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“ZONA DE INTERÉS” | Reseña
El Holocausto como nunca lo habías visto: Bello, rutinario y tranquilo. Descubre más de la nueva propuesta de Jonathan Glazer en nuestra reseña de “Zona de interés”.
El Holocausto como nunca lo habías visto: Bello, rutinario y tranquilo. Descubre más de la nueva propuesta de Jonathan Glazer en nuestra reseña de “Zona de interés”.
La visión que el director británico nos brinda en esta película es el de una familia alemana en tiempos de guerra (del lado momentáneamente vencedor), nada cambia en este apacible e impecable hogar de no ser por el contexto, la bella casa cuenta con un gran jardín y una alberca, el padre de familia es un militar que disfruta pasar tiempo con sus hijos, al parecer tiene una buena relación con su esposa, en la casa no faltan las reuniones, las celebraciones de cumpleaños, el trabajo doméstico (a cargo de dos jovencitas como servidumbre), el padre de familia es responsable y parece que todo va viento en popa.
Pero esta aburrida cotidianidad solamente es el superficial velo que pretende cubrir el horror que Jonathan Glazer pone como telón de fondo y en los detalles (visuales/sonoros), por eso la importancia del contexto: La idílica familia se encuentra en algún periodo entre 1942 – 1943, el hogar de sus sueños está a un muro de distancia de Auschwitz, el diligente padre de familia es Rudolf Höss comandante general del campo de concentración y posterior zona de exterminio. Si esto no ha avivado su interés, no sé que lo hará, pero sigan leyendo para conocer más de esta película que tiene cinco nominaciones al Oscar.

Inspirada levemente en la novela “La zona de interés” del escritor Martin Amis (D.E.P), la película hace un tremendo esfuerzo por hacer de esta historia casi un “reality show”, para lo cual se ayudó de la instalación de cámaras y micrófonos en la casa de los protagonistas (sin equipo humano visible) para ayudar a su interpretación natural y casual, el interés de Jonathan Glazer está en compartir la vida “normal” y hasta soñada que la familia transitaba gracias al trabajo del padre, que poco a poco vemos que cuenta con sus propio dramas familiares internos, propios de una telenovela pero condimentados por el horror detrás del muro.
En este pequeño pedazo del mundo seremos testigos de las comidas y paseos familiares, rodeados de campo y naturaleza, pequeños lujos que ya cuesta trabajo pensar en su inexistencia, el día a día de una labor que nunca vemos pero que es realizada con una perfección deshumanizada por el bien del futuro de la familia, solo la recién llegada suegra y el bebé parecen ser incapaces de soportar la muerte que flota y se mete por las ventanas de la fría construcción.

LO BUENO
El diseño sonoro es una barbaridad, no solamente por su manufactura sino sobre todo porque logra la intención de “mostrar” eso que Jonathan Glazer decide no exponer de forma grotesca y facilona, colocarnos en un ambiente incómodo incluso cuando lo que estamos viendo es algo bello como una flor, es este sonido el responsable también de compartir al espectador todo aquello que la familia dentro de su comodidad ha logrado silenciar en su día a día, este trabajo es todo el pretexto que necesitan para ver esta película en una sala de cine.
Al gran trabajo de audio se le agrega la cinematografía de Lukasz Zal (“Cold War”, “Loving Vincent”, “Ida”) que con una fotografía realista se encarga de realzar el paisaje rutinario que la película expone, una rutina en la que sus encuadres dejan apenas un espacio para esos detalles que no están en primer plano, pero de los que una vez te haces consciente son más dolorosos que muchas películas que se jactan de su violencia gráfica.
La dualidad de sus personajes es entregada a la perfección por todo el reparto pero Sandra Hüller y Christian Friedel, por su mayor exposición en pantalla, son los que cargan esta historia en la que nos presenta humanos comunes y corrientes (con todos sus claro oscuros) en situaciones excepcionales, eventos que inevitablemente llevan a estos dos a tomar decisiones cuestionables, con actuaciones tan frías que no los caricaturizan como villanos y se agradece.
Hay diversos elementos muy sutiles que prefiero que descubran ustedes, una genialidad en cuanto al trabajo en equipo que se logró en su guion y acabado pero que requiere de que como espectadores pongan atención a los detalles, a los objetos escondidos, a su procedencia, a los diálogos aparentemente inofensivos y pertinentes dentro de un núcleo familiar, porque la película no explica casi nada y corren el riesgo de perder el interés si centran su atención en el gran cuadro y no en los pequeños (pero terribles) sucesos.

LO MALO
El tono favorecido por Glazer y su equipo requieren de una planeación y entrega impecables, pero corre el enorme riesgo de que la lentitud de su desarrollo impida un mayor compromiso por parte del espectador, una consecuencia que no es inherente a la película pero no me sorprenderá que haya quien la tilde de aburrida y de que “no pasa nada”, quizá hasta muy larga a pesar de que solo dura una hora con cuarenta y cinco minutos.
El ritmo no es la única decisión polémica dentro de su propuesta, hay secuencias que contrastan enormemente con la estética realista de la película y que se prestarán a confusión, pero que tienen toda justificación de existir dentro de su narrativa, que junto con el expositivo final la hacen efectiva como dedo en la llaga (en caso de que a alguno se le esté olvidando el contexto histórico en el que la película nos sitúa).
No tengo más queja sobre la película, incluso me podría saltar los dos párrafos anteriores ya que no son “errores” como tal, pero si creo que vale mucho la pena prevenir a los interesados de que no es una película para asistir cansado o que puedan interrumpir para revisar su teléfono (una total descortesía en un cine si me lo preguntan), una película desafiante para un público adulto.

VEREDICTO
Después de un largo periodo de cine infantilizado para adultos (que no es lo mismo que el dirigido a los niños) y palomero, debemos de estar más que agradecidos por el gran abanico de oportunidades que tenemos frente a nosotros este fin de semana, en el caso de “Zona de interés” por su valiente decisión de abordar un tema que pareciera estar agotado y del que hemos visto una buena cantidad de novelas, películas, obras de teatro, la mayoría centrándose en el visible dolor y tragedia de aquellos que padecieron una de las peores pesadillas en la historia de la humanidad, los premios y halagos se descuelgan en serie cuando además se añade el talento y (por qué no decirlo) el marketing adecuado, es por eso que lo que Jonathan Glazer y su equipo hicieron merecen una ovación de pie, no solo por la manera en la que abordan un tema tan doloroso y delicado sino porque se niegan a regodearse en lo gráfico y nos recuerdan las enormes posibilidades del cine cuando se sabe usar.
Asistir a una sala de cine es, para muchos, la oportunidad de deshacerse del estrés del resto de los días, entiendo perfectamente el deseo de librarse de preocupaciones y de utilizar el llamado “apagar el cerebro”, solo quiero poner sobre la mesa la visión personal de que hagan parte de sus experiencias los momentos contrarios, porque para suerte de todos nosotros, no importa lo malo, vulgar, violento, gráfico, triste, doloroso (agregue aquí el adjetivo que lo aleja de ciertas películas) que nos presentan ciertas historias, al final solo son películas, pero hay otras como “Zona de interés” cuya importancia (entre muchas otras) radican en que no olvidemos lo inhumanos e insensibles que nos podemos convertir en la persecución/ejecución de un trabajo o ideales, películas como esta son tan necesarias hoy ante la repetición de guerras en el mundo, de superioridad racial, de división. Ideas todas caducas de las que no nos hemos podido librar, quizá porque se nos ha olvidado ya lo terrible que fue para aquellos que ya lo han vivido (o lo están viviendo), mientras nosotros estamos cómodos en nuestro trabajo y buscamos una comfort movie para “pasar el tiempo”.
Es por todo lo anterior que recomiendo ampliamente que se tomen el tiempo de que acudan al cine a ver “Zona de interés”, rescatemos el pensamiento crítico que parece abandonarnos y “disfruten” el gran trabajo artístico que tendrán delante de ustedes, una experiencia tan dolorosamente sutil que puede ser que ni la sientan, aunque yo espero de todo corazón que si. Esta película está en la cartelera nacional desde el pasado 14 de febrero y ya veremos cómo le va en la próxima entrega de estatuillas doradas, vayan a verla y me cuentan cómo les fue.
Cine
La Máquina, The Smashing Machine – Reseña
La Máquina, The Smashing Machine nos cuenta la historia de Mark Kerr, uno de los peleadores que ayudaron a popularizar y dar forma a lo que hoy conocemos como la UFC.

La Máquina, The Smashing Machine nos cuenta la historia de Mark Kerr, uno de los peleadores que ayudaron a popularizar y dar forma a lo que hoy conocemos como la UFC.
La cinta está escrita y dirigida por Ben Safdie, el mismo detrás de Diamantes en bruto, y protagonizada por Dwayne Johnson y Emily Blunt. Si en aquella ocasión Safdie sacó lo mejor de Adam Sandler, la pregunta es: ¿logró hacer lo mismo con “La Roca”? Aquí te lo platico.

Lo bueno de La Máquina, The Smashing Machine
La película tiene un estilo visual muy atractivo, logrando que te sientas totalmente dentro de la época. Los colores brillantes y el granulado le dan un toque artístico que la hace destacar entre otras biografías deportivas. Además, el enfoque semidocumental, con cámara en mano y planos que parecen seguir a los personajes en todo momento, le da un aire muy realista, como si estuviéramos viviendo los eventos en primera persona.
Las peleas son simplemente brutales. Safdie logra transmitir toda la crudeza del deporte, su intensidad y lo peligroso que puede ser. El diseño de sonido es sobresaliente: se escuchan los impactos, los huesos que parecen romperse y el dolor de los luchadores con un realismo que incomoda, pero justo eso lo hace efectivo.
El soundtrack acompaña perfectamente los momentos clave, reforzando la emoción en los puntos más intensos y dando identidad a la historia.
En cuanto a las actuaciones, Emily Blunt interpreta a Dawn Staples, la novia de Mark Kerr. Desde hace tiempo está consolidada como una gran actriz, y aquí lo vuelve a demostrar con un papel entrañable, cariñoso, pero también desesperante en ocasiones. Su presencia da un gran equilibrio a la cinta y complementa bien el drama personal de su pareja.

Y llegamos al punto que muchos esperaban, Dwayne Johnson. Mucho se ha dicho que La Máquina representa su mejor papel hasta la fecha, e incluso se comentó que recibió una ovación de 15 minutos por su actuación. La verdad es que sí, probablemente esta sea su interpretación más lograda. Sin embargo, hay que ser honestos, la vara no estaba muy alta.
Johnson cumple con creces en las escenas más caóticas o contenidas, pero cuando la historia le exige profundidad emocional o vulnerabilidad, su desempeño se siente limitado. Es una buena actuación, pero no algo tan impresionante como para aplaudirle durante un cuarto de hora.
Lo malo de La Máquina, The Smashing Machine
Tal vez el punto más negativo de La Máquina, The Smashing Machine, es que por momentos se siente fragmentada y apresurada, como si se hubieran saltado varios años o eventos importantes en la vida del protagonista. Esta narrativa irregular en la línea del tiempo de la historia hacen que se sienta entrecortada y apresurada.
De igual formase tratan de retratar los primeros pasos de la UFC, aunque ese aspecto se siente pobremente desarrollado, aunque lo intentan, no se logra entender del todo la relevancia de lo que están construyendo.

Tal vez el desenlace puede resultar algo anticlimático para algunos, ya que el tercer acto tiene un cierre sobrio o realista, pero personalmente, lo encontré desconectado del tono serio y dramático general de la historia, puede sonar un tanto absurdo en relación con lo que la cinta venía construyendo, pero a fin de cuentas es basado en una historia real.
Además, hay un intento de mostrar un conflicto interno en el protagonista, pero nunca llega a sentirse realmente grave o profundo. Tomándose meramente como una insinuación de problemas, pero sin el peso necesario para justificar el cambio que la trama propone.
¿Vale la pena La Máquina, The Smashing Machine?
La Máquina, The Smashing Machine es una película entretenida, intensa y con estilo, ideal para quienes disfrutan las historias deportivas o son fans de la UFC. Presentándonos una visión interesante sobre los inicios del deporte y rescatando la historia de uno de sus primeros íconos olvidados.
Aunque tiene fallas en su ritmo y un cierre discutible, sobresale por su dirección visual, realismo, y por ofrecernos una versión más contenida y humana de Dwayne Johnson.
No es una obra maestra ni una revolución del género, pero sí un paso adelante en la carrera actoral de “La Roca” y un relato lo suficientemente sólido como para mantenerte pegado a la pantalla hasta el final.
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La Máquina, The Smashing Machine - Reseña
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Actuaciones
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Fotografia
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Dirección
The Smashing Machine - Review
La Máquina, The Smashing Machine es una película entretenida, intensa y con estilo, ideal para quienes disfrutan las historias deportivas o son fans de la UFC. Presentándonos una visión interesante sobre los inicios del deporte y rescatando la historia de uno de sus primeros íconos olvidados.
Cine
DEMIÁN BICHIR REGRESA A LA CIUDAD DE MÉXICO PARA CELEBRAR EL ESTRENO DE TELÉFONO NEGRO 2
El actor nominado al Premio de la Academia Demián Bichir estuvo presente en la alfombra roja de Teléfono Negro en México.

El actor nominado al Premio de la Academia Demián Bichir estuvo presente en la alfombra roja de Teléfono Negro en México.
Universal Pictures México celebró en Cinemex Antara el estreno de Teléfono Negro 2, la esperada secuela del fenómeno de terror de 2022 que cautivó a la crítica y al público mundial.

El evento contó con la presencia del actor nominado al Premio de la Academia Demián Bichir, quien desfiló por la alfombra roja y presentó la película ante medios, creadores de contenido e invitados especiales.
“Este filme es especial porque es una película de terror de la más alta manufactura artística. El director Scott Derrickson es un autor cuya visión está a la altura de cualquier director especializado en drama o películas de corte artístico. Lo impresionante de esta película es que te tiene un terror psicológico tan fino que no depende de los sustos fáciles, apoyados en efectos especiales o de sonido, para transmitir el terror que sientes sus personajes, que son muy humanos y por eso la película te conmueve hasta las lágrimas”, dijo el actor durante su paso por la alfombra roja.
En esta nueva entrega, Bichir interpreta a Mando, el dueño del campamento Alpine Lake, un hombre marcado por un pasado turbulento que dedica su vida a proteger a los niños bajo su cuidado.
“Me encantó mi personaje porque está alejado de todos los estereotipos prejuiciosos que muchas veces Hollywood se encarga de reforzar respecto a los latinos. No es una coincidencia que Armando sea mexicano, ya que sólo nosotros los hermanos latinos somos capaces de empatizar y proteger a nuestros seres queridos de esta manera tan particular”.
El personaje, detalló Demián, fue inspirado por figuras reales de ascendencia mexicana que influyeron en la juventud del director Scott Derrickson, quien además firma el guion junto a C. Robert Cargill, basados en los personajes creados por autor Joe Hill.
La historia retoma los eventos cuatro años después de la primera película: Finn (Mason Thames), el único sobreviviente de El Raptor, intenta rehacer su vida tras el secuestro, mientras su hermana Gwen (Madeleine McGraw) comienza a recibir visiones inquietantes que la llevan a Alpine Lake, un campamento donde el mal vuelve a manifestarse… y el teléfono vuelve a sonar.

Producida por Jason Blum, Scott Derrickson y C. Robert Cargill, la cinta cuenta con las actuaciones de Ethan Hawke, Mason Thames, Madeleine McGraw, Demián Bichir, Arianna Rivas, Miguel Mora, Jeremy Davies, Maev Beaty y Graham Abbey.
Teléfono Negro 2 combina terror psicológico, elementos sobrenaturales y una narrativa emocional que explora el trauma, la fe y la redención. La primera entrega, estrenada en 2022, recaudó más de 160 millones de dólares a nivel mundial y consolidó a El Teléfono Negro como una de las franquicias de terror más exitosas de Universal Pictures y Blumhouse.
Teléfono Negro 2 estrena en cines el 16 de octubre, distribuida por Universal Pictures México.
Cine
TRON: ARES (2025) | Reseña
TRON: ARES es un festín visual, pero sobre todo musical. ¿Qué tal está? Te contamos en nuestra reseña por qué no te la debes perder.

TRON: ARES es un festín visual, pero sobre todo musical. ¿Qué tal está? Te contamos en nuestra reseña por qué no te la debes perder.
La honesta brutalidad con que acá se desmenuzan las películas es una característica que no pienso soltar, por lo que comenzaré confesando que mis expectativas eran casi nulas, las razones se debían a sucesos como la tremenda espera que tuvimos que soportar para la llegada de esta tercer entrega, el cambio de casting/historia (de acuerdo a lo que podíamos suponer del tráiler), pero la razón más poderosa tiene nombre y apellido: Joachim Rønning.
La desconfianza no es meramente personal o subjetiva, sino que se recarga en sus trabajos previos, comenzando por su ópera prima del 2006 llamada “Bandidas”, si esa donde sale Salma Hayek y Penélope Cruz, la lista de infamias continúa más recientemente con “La venganza de Salazar” (2017) y “Maléfica: Maestra del Mal” (2019). Mi lógica me decía que no había manera de que esa trayectoria fuera aquello que se necesitaba para levantar una saga que, después de tantos años, parecía casi muerta. Qué grato es cuando el sexto sentido se equivoca. Tron: Ares llega a pantalla grande con la clara intención de ser un éxito en taquilla sin dejar de lado sus momentos de nostalgia y hasta filosóficos, un viaje que no se van a querer perder.

¿DE QUÉ TRATA “TRON: ARES”?
Una rápida introducción (sospechosamente parecida a lo que puede realizar visualmente hoy en día a una Inteligencia Artificial) nos explica el mundo en el que estamos situados: ENCOM y DILLINGER son las dos grandes compañías tecnológicas que compiten por la vanguardia en su ramo, Sam Flynn (quien fue introducido en “TRON: LEGACY”) ha dejado vacía nuevamente la silla de CEO y es Eve Kim (Greta Lee) la más idónea para tomar el puesto, sin embargo tendrá que ganarle al imparable e inmoral Julian Dillinger (Evan Peters) en la carrera por encontrar la “permanencia”, un código que permitiría que todo aquello que sea “impreso” a nivel partículas por una computadora, sea completamente real.
En esta batalla por el poder tecnológico, Dillinger lleva la delantera como creador de un súper programa llamado “Ares” (Jared Leto), diseñado como Control Maestro de la red de Dillinger y que es capaz de “pasar” al mundo real por algunos minutos, el código le permitiría a Dillinger no solamente ser el poseedor de un súper soldado, sino de una artillería ilimitada que le garantiza un millonario contrato armamentista con el gobierno. Un plan que, aunque maligno, parece no tener falla alguna excepto por la aparición de una consciencia en Ares que hace qué se pregunte si un programa podría ser humano.

LO BUENO DE TRON: ARES
Trent Reznor y Atticus Ross (aunque sagazmente presentados como Nine Inch Nails) son los encargados de la música y lo que tendrán oportunidad de presenciar es un concierto auditivo que no solamente acompaña, sino que participa activamente dentro de la narrativa visual de la historia y sin duda añade emoción y fluidez a la historia (los momentos sin música son muy breves), con beats que harán vibrar el pecho. En entrevista, el director ha dicho la insistencia de los compositores de que la música emergiera de las bocinas frontales, cuando vayan a verla entenderán el por qué tenían toda la razón de que así fuera. La música por sí sola ya vale mucho la pena, pero las virtudes de esta película no terminan ahí.
Desde 1982 el objetivo de TRON fue ser una parteaguas en cuanto al aspecto visual, a más de cuarenta años de distancia parece que los avances no solo no se han detenido sino que siguen creciendo a pasos acelerados en la realización de mundos cada vez más complejos gracias al CGI, “Tron: Ares” no es la excepción y si bien no es tan ambicioso en cuanto a propuesta o innovación, los fondos y escenarios (reales e imaginarios) en los que se mueve la trama son más que cumplidores, el mundo de Tron conocido como “la red” mantiene los vivos colores de sus antecesoras, pero en esa ocasión añaden además un toque de nostalgia en cierta escena que hace honor a la primera entrega sin que se sienta visualmente forzado. “Tron: Ares” es un constante espectáculo visual que combina a la perfección con su música. La película podría verse sin diálogos y aún así ser digna de contemplarse en pantalla grande.
La historia es quizá el punto más endeble de la película y es verdad que tiene momentos que van a necesitar que el espectador fluya con lo que nos propone, sin embargo, vale la pena destacar que intenta ofrecer cierta profundidad en un entorno que se nota meramente de entretenimiento, “Tron: Ares” no es el lugar para preguntas filosóficas y existenciales, de hecho tampoco aborda estos momentos con la mayor seriedad, pero si que pone sobre la mesa terrenos temáticos que se han abordado desde “Frankenstein” o “Pinocho”, incógnitas eternas como ¿Qué nos hace ser humanos? o si ¿Las máquinas pueden llegar a tener deseos y sentimientos? Como dije anteriormente, el objetivo de “Tron: Ares” es convertirse en un blockbuster que haga que el espectador la vea una y otra vez, quizá no está de más exigir que aborde temas importantes de manera más comprometida, pero lo cierto es que los temas ahí están, si quieres desarrollo y complejidad, tal vez debas llevártelos a casa y continuar allá.
La nostalgia, tributos y referencias están presentes, pero no como simple “fan service”, la película les tiene preparadas varias escenas que nos hacen sentir que el corazón y alma del Tron original está presente, más aún, no se olvidan del todo de la película anterior y les aconsejo que no se salgan inmediatamente, ya que hay una escena mid credits que no solo muestra algo de lo que se vendrá en el futuro sino que conecta de manera directa con la película de 1982.

LO MALO DE TRON: ARES
Aunque el humor acierta algunos chistes y el personaje que sirve de alivio cómico está bien definido, el guion se saca una puntadas indefendibles, lo peor es que la mayoría de esos penosos diálogos recaen en el personaje de Jared Leto, si la intención era que Ares causara empatía, lo que en realidad termina generando es incomodidad.
La lógica es el peor enemigo de la saga (quizá desde 1982), así que si están esperando a que su narrativa sea sólida, lógica y comprobable científicamente están buscando en la película equivocada.

¿VALE LA PENA VER TRON: ARES?
Tuve oportunidad de ver “Tron: Ares” en IMAX y es una experiencia que recomiendo mucho si tienen la posibilidad de hacerlo, la música de Nine Inch Nails resalta mucho y al ser parte importante de la película vale la pena que se expongan a las bocinotas del formato, además de que la imagen nítida y de gran tamaño le queda perfecto a su propuesta visual.
Después de tanto tiempo es natural que la desconfianza se haga presente en el espectador, creo que por momentos es evidente que el guion pasó por diversos tratamientos de reciclaje, borradores y correcciones para alejarse lo suficiente de la segunda entrega, pero no por completo para mantener la trilogía y el espíritu de la saga, es por ello que quizá narrativamente no sea perfecta pero ni de cerca, sin embargo se nota también que el objetivo de la película es aprovechar la grandiosidad visual que solo te da una pantalla de cine, un blockbuster sin otra intención que generar taquilla y hacer que los espectadores acudan a las salas, un trepidante viaje lleno de efectos especiales bien logrados y emocionantes peleas, aunque encima de una historia más bien simple, pero bien intencionada, para que los fanáticos (y no tanto) salgan contentos de la sala y con ganas no solo de ver más, sino de visitar a las anteriores.
Recomiendo mucho “Tron: Ares” como producto de entretenimiento, que aunque muchos insisten, no está del todo vacío, en el fondo las intenciones de hacer crecer la saga se combinan con el respeto a las entregas anteriores, temáticamente hablando se queda algo corto en sus críticas tecnológicas, pero la humanidad está presente, a pesar de la robótica actuación de Jared Leto, quien no ha parado de elegir un fracaso tras otro, “Tron: Ares” puede ser la película que rompa la maldición y espero que así sea.
Encuentran “TRON: ARES” en salas mexicanas a partir de este 09 de octubre y recuerden darle las gracias y ser amables con la inteligencia artificial de su preferencia porque cuando se subleve es mejor que nos considere de su lado.
TRON: ARES - Review
Overall
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Música
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Efectos Especiales
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Historia
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Actuaciones
TRON: ARES - Reseña
Desde 1982 el objetivo de TRON fue ser una parteaguas en cuanto al aspecto visual, a más de cuarenta años de distancia parece que los avances no solo no se han detenido, sino que siguen creciendo a pasos acelerados en la realización de mundos cada vez más complejos gracias al CGI, “Tron: Ares” no es la excepción y si bien no es tan ambicioso en cuanto a propuesta o innovación, los fondos y escenarios (reales e imaginarios) en los que se mueve la trama son más que cumplidores.
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