La tercera entrega de Avatar eleva la apuesta y dejará a los fans satisfechos ¿Pero le alcanza para ser esa épica franquicia que ha buscado ser desde su inicio?

Han pasado 16 años desde el estreno de Avatar, película con la que James Cameron dio inicio a una nueva franquicia o saga de películas, siendo su primer entrega bastante bien recibida, principalmente por su acción, efectos especiales y ese toque del director para darnos grandes batallas; sin embargo su segunda entrega, Avatar: El Camino del Agua, además de tardar mucho en llegar, pareciera que apostó por ser más una especie de documental de una flora y fauna alienígena con algunas escenas de acción, en lugar de ser una verdadera secuela. Ahora llega a las salas de cine Avatar: Fuego y Cenizas, cinta que se siente por fin como una verdadera secuela con buenas dosis de acción que hacen que casi no se sientan sus tres horas de duración, pero ¿Le alcanzará para convertir esta franquicia en la saga memorable que el director ha buscado crear? A continuación les cuento.

Desde las cenizas.

Avatar: Fuego y Cenizas se sitúa justo después de los hechos de “El Camino del Agua”, con la familia de Jake Sully (Sam Worthington) y Neytiri (Zoe Saldaña) lidiando con la muerte de su hijo mayor Neteyam, algo que repercute de sobremanera con Lo’ak (Britain Dalton) quien se culpa por ello. En tanto que Kiri (Sigourney Weaver) sigue buscando lograr su conexión con la entidad Eywa. En tanto que la situación con Spider (Jack Champion) a adentrarse en nuevas regiones de Pandora, donde entran en contacto con clanes Na’vi desconocidos. Entre ellos destaca el Pueblo de Ceniza, un grupo marcado por el fuego, la dureza y una relación conflictiva con Eywa, presentándonos a su nueva antagonista: Varang (Oona Chaplin).

Mientras el conflicto con los humanos continúa escalando, la historia explora un lado más oscuro y moralmente ambiguo de los Na’vi, poniendo a prueba las creencias de Jake, Neytiri y sus hijos. 

Lo bueno.

Avatar: Fuego y Cenizas corrige muchos de los errores que cometió su antecesor, dándole a los fans por fin una verdadera secuela (o al menos una mejor que la anterior cinta) con mucha acción y que además trae a la mesa temas como el dolor y la pérdida y el cómo cada uno de los personajes debe lidiar con ello y de hecho justifica lo lenta o “contemplativa” que fue la anterior cinta para aquí poner todas esas escenas de acción que faltaron en El Camino del Agua.

Sin duda y la razón nuevamente por la que vale la pena ir al cine y ver en pantallas IMAX Avatar: Fuego y Cenizas es por su efectos visuales y de sonido, los cuales siguen siendo espectaculares, James Cameron ha demostrado una vez más un trabajo impecable y consistente en este sentido, pero hay que decirlo, sigue siendo un aspecto que bien podría catalogar a la cinta como una película animada hiperrealista por todos los efectos especiales utilizados, muy bien logrados sí y a la vanguardia, pero que no deja de sentirse que estamos ante una cinta donde los efectos son la estrella y prioridad sobre otros aspectos.

Asimismo sus escenas de acción, que son bastantes, se encuentran muy bien dirigidas y además logran que cada una de ellas se sienta distinta, aprovechando los diversos escenarios que van más allá de la selva o el mar, ciertamente hay aspectos que ya hemos visto en las anteriores películas, pero el diseño y la presentación de nuevos vehículos y escenarios ayudan a que se sientan frescas estas batallas que tenemos, además de sentir la tensión en cada una de ellas.

El diseño en los Na´vi del Pueblo de las Cenizas es efectivo a novel visual y narrativo, demostrando que son la tribu errante que va en contra de la propia entidad madre de Pandora.

Una mejora a su antecesor en su desarrollo.

A nivel de historia mantiene la estructura de anteriores películas, pero al menos en esta ocasión se ha agregado un conflicto personal y desarrollo a los personajes, tanto protagónicos como antagonistas, lidiando con temas como el dolor y la pérdida o hasta tener nuevos puntos de vista de conformidad  las vivencias que están experimentando, y aunque estos aspectos son tocados de manera superficial (ya que se da prioridad a la acción y a los efectos visuales) se agradece ya que al menos no dan un paso atrás como sucedió en el Camino del Agua en donde se nos presentaron personajes que pareciera que se les olvidó todo lo vivido en la primer cinta.

En cuanto a las actuaciones están al nivel de una superproducción como esta, realmente los efectos especiales ayudan a transmitir la emoción y expresiones de los actores detrás del CGI, así que en ese sentido todo bien.

Lo malo.

Avatar: Fuego y Cenizas sigue sufriendo de los mismos problemas de sus antecesoras en su narrativa, guion y la propia estructura de la película y es que una vez que se analiza es imposible no notar que estamos viendo Avatar 1 de nuevo, claro, se ha añadido un poco de desarrollo y nuevos personajes, pero su estructura es la misma.

Otro gran fallo es su excesiva duración de TRES HORAS Y CON QUINCE MINUTOS; sí, la constante acción ayuda a que sea llevadera, inclusive el que James Cameron juega con la sexualización ocasional de los personajes para mantener nuestra atención, sin embargo es imposible no resentir los 195 minutos, sobre todo con escenas sobreextendidas que lejos de lograr un impacto emocional hacen que se vuelva tediosa la película.

La película definitivamente es entretenida y visualmente espectacular, pero a nivel de historia y de narrativa sigue siendo poco memorable y es que todo lo que se nos muestra ya lo hemos visto y se ha contado y no me refiero a otras películas, sino dentro de esta misma franquicia, con decisiones dentro de la misma que siguen forzándola a intentar que se vuelva una saga/franquicia trascendente, lo cual dificilmente va a lograr,

Conclusión.

Avatar: Fuego y Cenizas por fin nos presenta una secuela en forma de esta saga y una bastante entretenida: mejores y constantes escenas de acción, un desarrollo de personajes y conflictos internos entre ellos (aunque superficiales), efectos visuales y sonoros impresionantes y nuevos personajes que inmediatamente captan nuestra atención, son los elementos que hacen de esta película una entrega imperdible para los fans de Avatar o para quienes quieran disfrutar de una cinta de acción con sus palomitas y nachos. Lamentablemente su guion y estructura, que siguen siendo las mismas a las anteriores cintas, su exagerada duración de 3 horas con 15 minutos que pega directamente en su narrativa al sobreextender innecesariamente escenas que lejos que crear emotividad vuelven tediosa a la película, evitan que Avatar se vuelva una saga memorable como ha buscado su director desde hace 16 años.

Avatar: Fuego y Cenizas ya está en las salas de cines de México y no, no tiene escenas postcréditos.

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IT: Welcome to Derry llega como esa precuela que promete explicarnos el “por qué” de la maldición de Derry, llevándonos a los años 60. 

El universo de IT es, sin duda, una de las joyas de la corona de Stephen King, y después del éxito de las películas de Muschietti, era cuestión de tiempo para que HBO Max quisiera exprimir a otra gallina de los huevos de oro, pero ¿lo logró de buena manera? 

Ya me aventé la temporada y aquí te cuento si vale la pena.

La historia nos transporta a un Derry de los años 60, décadas antes de que el “Club de los Perdedores, que pasa en los años 80´s” se enfrentara al payaso. Aquí vemos cómo la maldición no es algo nuevo, sino un ciclo de violencia que tiene podrido al pueblo desde sus cimientos. La serie sigue a un nuevo grupo de incomprendidos y familias que empiezan a notar que las desapariciones en el pueblo no son “normales”, mientras exploramos los orígenes de esa entidad cósmica que tanto nos ha quitado el sueño.

El Verdadero Protagonista

Si algo hace increíblemente bien la serie, es tratar al pueblo de Derry no como un escenario, sino como un personaje más. Y uno muy tóxico. Se siente una atmósfera pesada, cuél, pero bella, logran transmitirte que la maldad no es solo el payaso, sino la indiferencia de la gente. El pueblo se siente vivo. Esa sensación de aquí pasa algo y nadie hace nada, está lograda a la perfección y es, quizá, lo más inquietante de la serie.

Trama y Construcción del Suspenso

Aquí es donde la serie tiene sus altibajos. La trama intenta mezclar el drama humano con el terror sobrenatural.

• El Suspenso: A diferencia de las películas que a veces abusaban del jumpscare ruidoso, aquí se toman su tiempo. Hay escenas donde la tensión se construye con puras miradas y sombras, lo cual se agradece.

• El Ritmo:  La historia se estira bastante más de lo necesario. Hay capítulos que se sienten de “relleno” para llegar al final de temporada y que pierden un poco el hilo del terror. Pero hay episodios bastante buenos, que te enganchan bastante, para seguirla viendo.

Personajes y Actuaciones

El elenco hace un trabajo bastante bueno, pero es difícil no compararlos con la química de los niños de las películas del 2017. Aquí, los personajes son más “adultos” con problemas más crudos. Destaca mucho cómo manejan el trauma, no son héroes, son víctimas tratando de sobrevivir. Sin embargo, a veces les falta ese carisma que te haga querer salvarlos a todos; hay un par con los que nomás no conectas y solo deseas que se los coma Eso.

Aporte a la Narrativa de Welcome to Derry

Como spin-off, cumple. No se siente como un parche mal puesto, sino que realmente expande el lore. Vemos más sobre la naturaleza de Pennywise (sin spoilear, diré que le dan una capa que hasta el momento solo existian en el libro). Si eres fan de los libros o de las pelis, vas a cachar un montón de referencias y easter eggs (muchas tortugas por aquí y por allá) que conectan muy bien con lo que vimos en los capítulos 1 y 2. Responde dudas, pero deja otras abiertas, lo cual está bien para mantener el misterio y tal vez responderla en otra temporada.

Aspecto Visual y Música

• Visuales: Se nota que HBO/Max le metió presupuesto. La fotografía es oscura, con esos tonos rojizos y verdosos enfermizos que caracterizan la visión de Muschietti. Los efectos prácticos brillan más que el CGI, que a veces se ve medio “plasticoso” en las transformaciones del monstruo.
• Música: La banda sonora hace la chamba, pero no es nada memorable. Cumple con ponerte los pelos de punta en el momento justo, usando sonidos disonantes y cuerdas chirriantes, pero no te vas a quedar tarareando ningún tema.

Conclusión

Welcome to Derry es una adición digna a la franquicia. No reinventa el género ni supera a la primera película de 2017, algo que se agradece es que no se siente solo para explotar la franquicia. Ofrece una dosis de terror de calidad con una producción impecable. Si eres fan de Stephen King, es parada obligatoria; si solo buscas sustos fáciles, tal vez te canse un poco el drama de época, pero cuando el Pennywise sale a jugar, la serie no decepciona. Es una serie que se cuece a fuego lento, pero cuando quema, quema duro.

Además, para los que les guste la carnita, esta serie tiene mucho y demuestra bastante al personaje Pennywise. Nos responden muchas preguntas que en el cine siempre han estado: ¿de dónde viene? ¿por qué ataca? Y ¿qué es? Además, ¿el porqué es un payaso? Una serie imperdible para los fans de IT.

Lo Bueno 

• La ambientación: Derry se siente como un personaje más
• El gore: No se tentaron el corazón; cuando hay violencia, es brutal y gráfica.
• Lore: Agrega contexto interesante al origen de Pennywise sin quitarle el misticismo.
• Cinematografía: Visualmente es una delicia, muy por encima del estándar de series de TV promedio.

Lo Malo

• El ritmo: A media temporada la trama se siente estancada y da vueltas sobre lo mismo.
• Dependencia del CGI: En momentos clave, el monstruo se ve demasiado digital y no de muy buena calidad.
• Personajes irregulares: Algunos arcos dramáticos no terminan de cuajar y te da igual si se los come el payaso o no.

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La sangre navideña está asegurada gracias a “Noche de paz, noche de horror”, humor negro combinado con toques de gore que te sacará el espíritu navideño a punta de hachazos.

En 1972 la película “Silent Night, Bloody Night” fue la encargada de inaugurar el género de “terror navideño” , al combinar cruentos asesinatos con la nochebuena (24 de diciembre), ese mismo año gracias a una antología de “Cuentos desde la cripta”, se nos presentó a un maniaco homicida que atacaba a sus víctimas enfundado en el traje de Santa Claus.

Sin embargo, el Santa Claus asesino más famoso llegó 12 años después, gracias a “Silent night, deadly night” (1984), en donde el trauma de un niño lo persigue hasta su época de adulto encarnando a un Santa homicida. Esta historia dio origen a cuatro películas más y un remake que se recargaban en el trágico suceso de un pequeño demasiado afectado por la muerte de sus padres y las consecuencias posteriores. Este año “Noche de paz, noche de horror” se recarga también en aquella historia de 1984, pero la actualiza no solamente de manera temática sino que le agrega una ligereza tal, que la convierte en una entretenida opción para los amantes de la sangre y el gore en épocas navideñas.

¿DE QUÉ TRATA “NOCHE DE PAZ, NOCHE DE HORROR”?

Es nochebuena, el momento perfecto para reunirse con la familia, desafortunadamente no todos tienen esa suerte y en el caso del pequeño Billy Chapman (Logan Sawyer) la reunión con su abuelo tiene lugar en un asilo, pero este es apenas el comienzo de una oscura y trágica noche que termina con la muerte de la familia de Billy, dos de sus miembros a manos de un misterioso anciano vestido con traje de Santa Claus.

Varios años después, el adulto Billy (Rohan Campbell) es perseguido en sueños por los sangrientos recuerdos y, como era de esperarse, el suceso lo dañó a tal grado que es él quien sigue la tradición de cubrir de sangre le temporada navideña. Parece que quiere detenerse, tener por fin una vida normal y la esperanza se asoma cuando la posibilidad del romance se le aparece en un pueblo bajo el nombre de la inestable Pamela (Ruby Modine), desafortunadamente la decisión no es completamente de Bill y la voz en su cabeza (Mark Acheson) le recuerda su misión, una que se nos irá revelando poco a poco dentro de la historia a manera de flashbacks mientras se nos presentan constantes momentos de sangre y gore.

LO BUENO EN “NOCHE DE PAZ, NOCHE DE HORROR”

Siempre he pensado que la única razón que justifica la existencia de un remake o acercamiento nuevo a una historia existente, es porque vas a intentar mejorarla. No han sido pocos los intentos fallidos en este sentido, ya sea porque hacen una calca (mala) dela historia original o la tuercen tanto con el objetivo de actualizarla que se vuelve ofensiva incluso para su material base. En el caso de “Noche de paz, noche de horror”, puedo compartir con alegría que lograron un resultado más que aceptable. Es verdad que dejan de lado la psicología oscura de la película de 1984, así como las consecuencias más obvias de un evento traumático, lo anterior con la intención no solamente de hacerla más ligera sino de actualizarla de alguna manera y cambiarle el tono a uno que comparte más momentos con el humor negro.

En este sentido el guion no es lo suficientemente sólido, pero le alcanza para que entendamos el conflicto de su personaje principal así como las razones de su violenta conducta. Para ello, el actor Rohan Campbell cumple con poseer un rostro que se pasea entre los límites de lo angelical y lo diabólico, sacando adelante aquello que la narrativa le requería y logrando que seamos empáticos con el a pesar de su controversial justificación moral.

Al cambiar el tono y acercarlo mucho más al humor oscuro, la película se permite situaciones que se salvan del ridículo precisamente por el entorno en el que este universo se desarrolla y se le da igual de importancia a otro elemento que los fans del terror van a agradecer mucho: la sangre. Este Santa Claus asesino pertenece a la vieja escuela y por lo tanto es bastante básico a la hora de cometer sus crímenes, lo que abre la puerta a que el ingenio se centre en la presentación de estas muertes (varias cabe decir), con escenas bien ejecutadas visualmente gracias al trabajo conjunto ente su cinematografía y los efectos prácticos/maquillaje que resultarán satisfactorios para cualquier amante de este tipo de terror gráfico (sin llegar a excesos).

El sentimiento ochentero permea durante toda la película, con una estética algo avejentada pero no por eso anticuada, demostrando así que a a veces lo único que necesitas para entregar un buen producto de terror es ingenio y ganas.

LO MALO DE “NOCHE DE PAZ, NOCHE DE HORROR”

Es comprensible que una película cuya intención sea mero entretenimiento no ponga tanto esfuerzo y atención en que la historia sea completamente lógica, posible o siquiera sólida en su presentación narrativa, pero se hubiera agradecido mucho que el móvil que conduce al protagonista estuviera mejor explicado, así como entretejer mejor la historia para que no resultara tan predecible.

Deben tener en cuenta que más que otorgar un subtexto serio y oscuro en cuanto a los daños psicológicos de un trauma en la mente infantil que si mostraba la original, esta se toma menos en serio a sí misma y de manera muy consciente olvida cualquier trama seria que se le pudiera exprimir para reducirla a momentos de tensión, humor y terror, si lo anterior es bueno o malo, dependerá de cada espectador pero lo señalo como algo que podría dividir al público.

¿VALE LA PENA VER “NOCHE DE PAZ, NOCHE DE HORROR”?

Si lo que están buscando es una película ligera, algo corta y llena de momentos sangrientos que les exige no pensar mucho en las razones por las que están ocurriendo, entonces esta película es para ustedes. Si lo que están buscando es un estudio psicológico a lo “Taxi Driver” que muestre la psique decadente de su personaje conforme avanza la trama, entonces están buscando mal.

En lo personal, me la pasé muy bien viendo una trama sencilla pero llena de momentos satisfactorios tanto en el apartado de humor como en el sangriento que uno espera de este tipo de películas, una aproximación distinta a una historia clásica que agrega elementos fantásticos que serán algo divisivos, pero que en conjunto disfruté bastante y creo que vale la pena la inversión en su boleto para poderla ver en cine y no esperarla a que llegue al streaming.

“Noche de paz, noche de horror” estrena este 11 de diciembre y los invitamos a que acudan a las salas para que nos compartan su opinión. Pórtense bien o Santa llegará a sus casas, no con regalos, sino un hacha bien afilada para recordarles el verdadero significado de la Navidad.

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