

Reseñas
Donkey Kong Bananza – Reseña
Después de años de ausencia en el terreno tridimensional, Nintendo nos entrega , una nueva aventura de Donkey Kong en 3D
Después de años de ausencia en el terreno tridimensional, Nintendo por fin nos entrega lo que parecía algo ya olvidado, una nueva aventura de Donkey Kong en 3D, exclusiva para Nintendo Switch 2. Desde Donkey Kong 64, muchos fans soñaban con un regreso del gorila más carismático, con exploración real, secretos, y mecánicas divertidas. Bananza no solo vino a cumplir esos sueños, también intenta reinventar muchas cosas en la fórmula de DK.

La historia de Donkey Kong Bananza no pretende cambiar la industria, pero sí ofrece un contexto interesante. El argumento se cuenta de manera sencilla, con cinemáticas breves pero simpáticas, diálogos mínimos y momentos cómicos muy bien colocados. Lo importante aquí no es tanto la narrativa, sino cómo te impulsa a seguir avanzando, explorando y desbloqueando nuevas zonas.
Gráficos y rediseño visua
Uno de los mayores aciertos del juego es su apartado gráfico. Donkey Kong Bananza es visualmente bello, pero no creo que espectacular. Desde el inicio, el juego te atrapa con sus mundos densos, sus templos, sus zonas subterráneas llenas de detalles, los personajes muy bien detallados y el pelo de DK. Todo está vivo, hojas que se mueven con el viento, charcos de agua con reflejos, partículas de tierra flotando mientras excavas…que aprovecha bastante bien al Switch 2.

El rediseño de los personajes también merece aplauso. Donkey Kong luce más expresivo, con una mezcla entre lo caricaturesco y lo realista que funciona muy bien. Paulin también tienen nueva imagen, viendola como nunca antes y en otra etapa de su vida, siendo la primera vez que la vemos como una pequeña niña. Todo esto se traduce en una experiencia que se siente moderna pero muy respetuosa del legado de la serie.
Jugabilidad, exploración y mecánicas
Aquí es donde Donkey Kong Bananza demuestra por qué pedimos a gritos un juego 3D.
La jugabilidad es variada, libre, muy física, pero sobre todo muy pero muy divertido. Desde cavar túneles hasta creer puentes o usar movimientos especiales para llegar a puntos específicos, todo se siente poderoso y fluido. DK puede trepar, rodar, lanzar enemigos, y cada acción tiene peso y respuesta inmediata.
La exploración se vuelve parte central del diseño. No es solo pasar del punto A al B: es perderse, curiosear, buscar secretos y resolver pequeños acertijos. Hay zonas ocultas, rutas alternativas y coleccionables bien distribuidos. Además, puedes alternar entre los personajes para usar sus habilidades únicas, lo que enriquece la experiencia.

El juego es un colectaton, no uno cualquiera, es enorme y hay muchas cosas que recolectar. Pero a diferencia de muchos juegos, por ejemplo Mario Odyssey: aquí tiene un propósito. puedes adquirir objetos útiles, nuevos trajes para DK como para Paulin o mejorar habilidades de nuestro poderosisisisisimo chango. Aunque parezca algo sencillo, es una implementación que le da muchisima vida al juego y sea un motivo bastante grande para la explaración, algo muy importante en este tipo de juegos.
Sin embargo, hay dos detalles que bajan un poco la experiencia. El primero es la cámara, que especialmente en las secciones de excavación, puede ser molesta. A veces es difícil colocarla bien, y eso afecta tanto la visibilidad como la precisión. El segundo es el diseño de niveles: aunque algunos escenarios destacan, muchos otros se sienten genéricos o poco memorables. Son funcionales, pero no dejan huella. Y en un juego tan visualmente impactante, eso se siente como una oportunidad desperdiciada.
Y uno personal, hay tantas cosas que buscar que llega hacer abrumador, tanto que no sabes en que momento sea bueno dejarlo. Siendo por momentos hostigarte y que puede desesperar por querer avanzar y saber un poco más del juego.

Música y ambientación sonora
Otro punto fuerte del juego es su banda sonora. Compuesta por una mezcla de temas nuevos y reversiones de clásicos, la música logra capturar el espíritu de Donkey Kong. Hay melodías alegres, ritmos intensos en las zonas de excavación y temas misteriosos en las profundidades. Aunque no todos las canciones son tan icónicos como los de Donkey Kong Country.
Los efectos de sonido también están a un nivel altísimo. Cada golpe, caída o movimiento tiene un sonido claro y satisfactorio. Escuchar cómo se desmorona una pared o cómo retumba el suelo tras una caída de DK hace que la acción se sienta más real y contundente.
Dificultad, accesibilidad y duración
Lograron un buen balance en cuanto a dificultad. El juego tiene su reto, pero no es frustrante. Se nota que fue pensado para que cualquier tipo de jugador lo pueda disfrutar, tanto los nuevos como los que crecieron con la saga. Eso sí, para los más exigentes, hay desafíos extra, coleccionables y zonas opcionales bastante complicadas.

La duración es generosa. Terminar la historia principal toma entre 12 y 15 horas, pero si vas por todo, fácilmente puedes duplicar ese tiempo. Hay suficientes secretos, minijuegos, mejoras y desbloqueables para mantenerte enganchado por mucho más.
Conclusión
Donkey Kong Bananza es una celebración salvaje, divertida y visualmente deslumbrante del personaje. No es perfecto , la cámara puede desesperarte y hay niveles que pudieron brillar más, pero logra algo mucho más valioso: te hace sonreír, te hace explorar y te hace volver por más.

Nintendo no solo revivió al Rey, también le dio una identidad fresca, potente y con muchísimo potencial a futuro, creo que es una verdadera razón de poder adquirir una nintendo switch, ya que si es un juego refrescante y que no se ve nada seguido. Si alguna vez soñaste con una gran aventura de Donkey Kong, es la mejor opcion hasta el momento.
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Reseñas
Tamagotchi Plaza: minijuegos con poca personalidad – Reseña
Lo que comenzó como una fiebre escolar en los 90 ha evolucionado a Tamagotchi Plaza, una especie de mini-paraíso color pastel

Ah, los Tamagotchi. Esos pequeños tiranos digitales que te despertaban a las 3 a.m. porque querían ir al baño. Y tú, sin dignidad alguna, medio dormido, pulsando botones como un zombie para limpiar su miseria pixelada. Qué tiempos.
Lo que comenzó como una fiebre escolar en los 90 ha evolucionado —si es que podemos llamarlo evolución— en Tamagotchi Plaza, una especie de mini-paraíso color pastel donde todo es bonito, adorable y… un poco aburrido.

Este nuevo título se presenta como el paso lógico de llevar a estas mascotas del llavero a la consola. Pero en el proceso, algo se perdió.
Y no hablo solo de la ansiedad existencial que te provocaba escuchar ese pitido desesperado de tu criatura a punto de morir de hambre o aburrimiento. Me refiero a que Tamagotchi Plaza tiene todo el corazón, pero se olvidó del ritmo cardíaco.
Lo que te ofrece Tamagotchi Plaza
Primero, la base. ¿Qué esperas de un juego de Tamagotchi? Cuidarlos, alimentarlos, limpiarlos, jugar un poco y luego dejarlos morir accidentalmente porque te fuiste de vacaciones..
Bueno, Tamagotchi Plaza decide que eso es demasiado intenso, así que elimina el loop clásico de vida y muerte, y en su lugar te entrega una experiencia más cercana a un centro comercial kawaii donde vives con tu mascota como si fueran roomies

Sí, hay minijuegos. Sí, hay actividades. Pero no, no hay consecuencias reales. Tu Tamagotchi no se va a morir si lo ignoras. No se enferma. No se deprime. No te hace sentir como un inútil por no responderle a tiempo.
¿Eso es un alivio? Quizá. ¿Le quita toda la intensidad emocional y la conexión absurda que antes teníamos con estos pequeños seres digitales? Totalmente.
Minijuegos demasiado ocasionales
La oferta de Tamagotchi Plaza se sostiene sobre quince minijuegos, la mayoría reciclables y tan ligeros que podrías jugarlos mientras esperas a alguien.

Hay batallas de rap, un pseudo-Cooking Mama, algo parecido a “Operación” con menos tensión, y un juego de restaurante que te hace sentir como si fueras parte de la cadena de comida rápida más adorable del universo.
¿Están bien diseñados? Sí. ¿Son entretenidos? Por unos cinco minutos. ¿Quieres repetirlos infinitamente para desbloquear contenido? Solo si eres menor de 10 años o estás buscando excusas para procrastinar la vida adulta.
La ciudad es vacía y sin vida
Tamagotchi Plaza te lanza en medio de una ciudad digital vibrante y colorida que parece el sueño húmedo de un diseñador de stickers para planners. El problema es que, aparte de caminar como turista entre edificios que contienen… más minijuegos… no hay nada verdaderamente interesante que hacer.

La ciudad es un hub sin alma. Podrías sustituirla por un simple menú y no perderías nada de la experiencia, salvo unos cuantos pasos virtuales.

Lo que sí tiene es una especie de “teléfono Tamagotchi” donde puedes leer mensajes al estilo redes sociales. ¿Aporta algo? No. Pero hey, la ilusión de que tus mascotas tienen vida social es linda, supongo.
Del llavero a la pantalla… y la pérdida del alma digital
Y aquí viene la gran pregunta existencial: ¿qué hace que Tamagotchi Plaza se sienta más plano que los originales? Irónicamente, los Tamagotchi antiguos tenían algo que este juego no tiene: culpa. Sí, el horror de ver cómo tu mascota moría frente a tus ojos pixelados porque se te olvidó alimentarla después de una junta eterna.
En Tamagotchi Plaza, la muerte no existe. El conflicto no existe. Solo hay tareas, juegos, y una progresión lenta hacia desbloquear más nada. Es como un juego zen… si el zen fuera tomar café descafeinado en un parque de diversiones sin atracciones.
No todo es fuego cruzado. Visualmente, el juego es una maravilla de diseño. Colores vibrantes, personajes divertidos, animaciones encantadoras. Si el objetivo de Bandai era crear un entorno acogedor, lo lograron. Pero si también querían capturar esa chispa única del Tamagotchi original, esa mezcla de ternura, ansiedad y compromiso… ahí sí se quedaron cortos.
¿Entonces vale la pena? Depende. ¿Tienes menos de 10 años? ¡Sí! Este juego es perfecto para ti.
¿Eres un adulto nostálgico con déficit de atención que quiere algo bonito mientras escucha un podcast? Tal vez. ¿Esperabas una evolución espiritual del Tamagotchi con mecánicas modernas y profundidad emocional? Sigue esperando.
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Reseñas
Tony Hawk’s Pro Skater 3 + 4 Remastered – Reseña
Tony Hawk’s Pro Skater 3 + 4 Remastered es un viaje directo a una época donde no hacía falta una gran historia para engancharte

Tony Hawk’s Pro Skater 3 + 4 Remastered es un viaje directo a una época donde no hacía falta una gran historia para engancharte: bastaba con una patineta, música a todo volumen y las ganas de romper récords haciendo trucos imposibles. Esta colección revive dos clásicos que marcaron a toda una generación, y aunque no es perfecta, logra mantener el corazón de la franquicia intacto.
Jugabilidad
Desde el primer minuto, el juego deja claro su enfoque, gameplay por encima de todo. No hay misiones complejas, narrativa, ni mil mecánicas que aprender. Solo tú, tu patineta y un cronómetro. La mecánica sigue siendo adictiva y precisa, con una curva de dificultad algo cuestionable. Cualquiera puede jugarlo y pasar un buen rato, pero solo quienes se dedican de verdad lograrán encadenar combos que parecen coreografías aéreas.
Es aquí donde la remasterización brilla más, los controles son responsivos, las físicas nada realistas, pero se siente bastante bien. y los niveles, aunque heredados, se sienten vivos y llenos de posibilidades, como muchos lo recordábamos. Eso sí, quienes jugamos las versiones originales notaremos ciertos ajustes, sobre todo en los mapas del Tony Hawk’s Pro Skater 4, que fueron ligeramente modificados para integrarse con el sistema de objetivos de la tercera entrega. Esta decisión ayuda a unificar la experiencia, pero también implica que algunas mecánicas originales del 4 se pierden o cambian, algo que puede dejar una sensación agridulce en los viejos como yo.

Gráficos y apartado visual
A nivel visual, el juego cumple a secas. El diseño de los escenarios es colorido y con una buena cantidad de detalles, las animaciones son fluidas y los personajes tienen ese toque caricaturesco pero reconocible. Todo se mueve con suavidad en PS5, y aunque no impresiona con realismo extremo, el estilo gráfico respeta la esencia de los originales.
Eso sí, hay momentos en que se nota que no se aprovechó del todo el poder de la consola. Algunas texturas se sienten planas y ciertos elementos del fondo podrían haberse trabajado más. En general, es un buen trabajo visual, pero no está al nivel de otros remasterizaciones.

Música y sonido
Uno de los pilares que siempre definió a la saga fue su música, y esta entrega no se queda atrás… aunque no es perfecta. La selección de canciones mezcla éxitos de las entregas originales con nuevos temas que encajan bien con la vibra del juego. Escuchar a Motörhead o Rage Against the Machine mientras haces un oli así como en los 2000.
Sin embargo, para los fans de toda la vida, es inevitable notar la ausencia de algunas canciones clave, sobre todo de THPS4, que por temas de licencias ya no están. Esto no arruina la experiencia, pero sí deja un hueco emocional en quienes crecimos con ese soundtrack grabado en la memoria.

Los efectos de sonido, por su parte, están bien cuidados. Cada caída, aterrizaje y deslizamiento suena como debe, lo que ayuda mucho a la inmersión.
Contenido y modos de juego
Aquí es donde el juego ofrece una buena variedad de opciones.
Todos los niveles clásicos de Tony Hawk’s Pro Skater 3 y 4 están incluidos, junto con sus objetivos, coleccionables y secretos. Además, se suman personajes desbloqueables que fueron íconos en su momento, Bam Margera, Agente Richard y muchos otros, siendo u nuevo agregado una Tortuga Ninja. Entre ellos se encuentran skaters de colaboraciones especiales, atuendos alternativos y tablas exclusivas. La selección es decente, pero algunos personajes que antes se desbloqueaban jugando ahora solo están disponibles pagando, lo cual puede decepcionar a quienes esperaban recompensas por habilidad.

Uno de los detalles que más llaman la atención es el nivel secreto de Bob Esponja, que rompe totalmente con la estética habitual del juego pero lo hace de una forma divertida y original. Es un extra que se agradece, aunque más como curiosidad que como contenido principal.
También se mantiene el editor de parques, que aunque no ha evolucionado mucho, sigue siendo funcional y permite crear pistas bastante creativas. El modo multijugador, tanto local como en línea, funciona correctamente, aunque en el online puede ser complicado encontrar partidas activas o con buena conexión, lo que le resta algo de atractivo competitivo.
Aunque el paquete es robusto, se extraña contenido verdaderamente nuevo para los fans veteranos. Un par de niveles originales, más modos o incluso eventos especiales habrían elevado mucho más esta remasterización.

Veredicto final
Tony Hawk’s Pro Skater 3 + 4 Remastered es, ante todo, una carta de amor a la nostalgia. Es una experiencia directa y divertida, ideal para sesiones rápidas o para clavarle horas intentando romper tu mejor combo. El juego no trata de reinventar la rueda, sino de perfeccionar lo que ya funcionaba y traerlo a tiempos actuales.
Tiene sus detalles, algunos sacrificios en contenido original, un online algo flojo y gráficos que pudieron brillar más. Pero lo compensa con una jugabilidad sólida, música potente y esa sensación mágica de volver a ser niño en la sala, con el control en mano, intentando hacer un 360 antes de que se acabe el tiempo.
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Reseñas
Shadow Labyrinth | Reseña sin spoilers
Bandai Namco se arriesga y nos enseña que sí es posible reinventar de manera correcta a toda una franquicia con Shadow Labyrinth

Bandai Namco reinventa un clásico de la mejor manera posible.
A lo largo de los años hemos tenido, secuelas, remakes o reinvenciones de videojuegos clásicos que buscan adaptarse a tiempos modernos, a veces con éxito y otras no tanto, sobre todo cuando cambian por completo la esencia, el diseño o gameplay que los hicieron únicos. Ahora, Bandai Namco se arriesga y nos enseña que sí es posible reinventar de manera correcta a toda una franquicia haciendo los cambios justos con Shadow Labyrinth, un juego de acción/aventura de plataformas en 2D que va más allá de ser una versión moderna de Pac-Man y entregarnos un divertido y retador juego de este género, a continuación les cuento el porqué deben de tenerlo en cuenta como de lo mejor del año.

El origen de todo.
Desarrollado por Bandai Namco Studios, Shadow of Labyrinth toma las ideas originales que dieron origen al clásico arcade de Pac-Man: la idea del laberinto, el concepto de estar alimentando y el giro de mesa que puede darse de repente; para entregarnos un juego completamente nuevo (y más obscuro) que mezcla una jugabilidad que nunca antes vimos en esta franquicia, pero también implementando las mecánicas básicas de los Pac-Man que conocemos, todo mientras tomamos el control de “El Espadachín” No. 8 y su misión en ayudar a Puck (nombre original que se le iba a dar a Pac-Man) a escapar del planeta en el que nos encontramos del cual iremos descubriendo los misterios que alberga y el origen de Puck, además de que nos encontraremos con varias referencias tanto al universo de Pac-Man como al propio de Bandai Namco.

Gameplay familiar pero único.
Shadow Labyrinth es un juego de acción/plataformas en 2D con un enorme mundo explorable y con backtracking, así que sí, es lo que coloquialmente conocemos como un “metroidvenia”, pero con varios elementos o mecánicas que hacen que resalte del resto y se sienta como la reinvención de Pac-Man.

Así que sí, iremos cruzando varios niveles interconectados mientras vamos derrotando enemigos, pero además, alimentándonos de ellos para obtener recursos que nos ayuden en nuestra aventura y es que a diferencia de otros juegos, aquí tenemos una barra de stamina que se desgasta cuando usamos ciertos movimientos, incluyendo el engullir a los rivales caídos, lo que le añade cierta estrategia para saber cuándo sí y cuando no consumir, ya que aunque la barra se regenera automáticamente, habrá ocasiones en las que debemos darle prioridad a otros movimientos.

La presencia de Pac-Man
Asimismo durante todo el juego habrá momentos donde tendremos que volvernos un Puck para atravesar ciertas áreas, así como en los juegos clásicos de Pac-Man, pero aún cuando estemos en esta forma, los elementos de plataforma siguen presentes, dándole variedad y dinamismo a cada nivel y a que nunca deje de sentirse como un reto.

Por si fuera poco, el lore del Pac-Man original está presente y es transformado en enemigos más fuertes con diseños impresionantes que le añaden epicidad a las batallas contra jefes y no se diga cuando debemos asumir una forma mechanizada. Sin dar spoilers el juego guarda muchas sorpresas en su jugabilidad para mantener enganchado al jugador, haciendo que sea el gameplay bastante adictivo.

Los controles principales son igual familiares, ataque, salto, esquivo, pero no por eso es una aventura sencilla, el menor descuido puede provocar que regresemos al último punto de control y reintentarlo y es que el peligro no solo está presente en los enemigos, sino en el propio laberinto con un entorno hostil que nos hará estar en todo momento para no cometer errores fatales.
Historia envuelta en el misterio.
El primer acercamiento que tuvimos con Shadow of Labyrinth fue en el corto animado titulado “Circle” dentro de la antología de la serie de Secret Level disponible en Prime Video, y que funge como una especie de precuela al juego, pero no se preocupen, no da ningún tipo de spoilers y es que el juego es muy enigmático en sí.

Poco o nada se nos dice en un inicio y conforme avanzamos solo hay más preguntas que respuestas, pero a la vez, nos engancha más y más al mostrarnos cómo están recontando la historia de Pac-Man y además unificándola de cierta manera con otros títulos de Bandai Namco, pero no se preocupen si no identifican las referencias, ya que ello no afecta en nada la historia que sí, se termina de resolver.
Gráficos y audio.
A nivel técnico el juego luce bastante bien, los gráficos cumplen y es que pese a que tiene escenarios obscuros, la dirección de arte apuesta más por un estilo anime en lugar de algo “realista”, lo cual en lo personal creo que le queda de maravilla, aunque eso no quita que varios escenarios se sientan vacíos.

Su soundtrack es mucho mejor de lo que uno puede esperar, cada escenario tiene una pista distinta y que ayuda a adentrarnos en la atmósfera del mundo que se nos presenta.
Eso sí, tuve la oportunidad de probar el juego en su versión de Nintendo Switch (la cual tiene un upgrade para Switch 2) y debo decir que sí tarda en cargar el juego un poco, pero una vez que lo hace va como guante de sea, salvo en la transición entre escenarios no es tan inmediata, pero por fortuna no arruina la experiencia.

Como punto adicional debo resaltar lo bien que hizo Bandai Namco el no nombrar este juego como “Pac-Man” y que sea el jugador el que vaya descubriendo poco a poco la relación con el querido clásico arcade, lo cual además evita que los más “hardcore” se enfurezcan.
Conclusión.
Shadow Labyrinth es un muy divertido juego de acción/aventura de plataformas en 2D que le da una bocanada de aire fresco al género al incluir las mecánicas de los clásicos juegos de Pac-Man y de paso con ello, reinventar la historia y jugabilidad de tan querido clásico. Cuenta con una muy buena duración, un nivel de desafío retador (sin caer en imposibles), diseño de personajes muy llamativo y una dirección de arte que a primera vista pareciera sencilla pero que va muy acorde a lo que Bandai Namco Studios buscó transmitir en esta versión obscura de Pac-Man.
Shadow Labyrinth ya está disponible en PlayStation 5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch, Nintendo Switch 2 y PC.
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Shadow Labyrinth - Reseña sin spoilers
Shadow Labyrinth - Reseña sin spoilers
Shadow Labyrinth es un muy divertido juego de acción/aventura de plataformas en 2D que le da una bocanada de aire fresco al género al incluir las mecánicas de los clásicos juegos de Pac-Man y de paso con ello, reinventar la historia y jugabilidad de tan querido clásico. Cuenta con una muy buena duración, un nivel de desafío retador (sin caer en imposibles), diseño de personajes muy llamativo y una dirección de arte que a primera vista pareciera sencilla pero que va muy acorde a lo que Bandai Namco Studios buscó transmitir en esta versión obscura de Pac-Man.
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