El remake de la clásica película de terror de los 80’s, basada en el exitoso libro del maestro del terror Stephen King ya está aquí. ¿Podrá Cementerio Maldito llenarnos de terror?
Renovando un clásico de terror
Esta nueva entrega de Cementerio Maldito nos relata como la familia Creed, que acaba de mudarse de Boston, se intenta adaptar a la vida en un pequeño pueblo. El protagonista es Louis (Jason Clarke), quien necesitaba alejarse de su trabajo como doctor de emergencias del turno nocturno de la ajetreada ciudad y decide cambiarlo por el tranquilo trabajo de doctor en el campo, pero su esposa Rachel (Amy Seimetz) tiene un pasado que la atormenta y cuando Church, el gato de Ellie (Jeté Laurence), muere ella decide que lo mejor es ocultar la verdad y enterrarlo si que la pequeña se de cuenta.
El vecino de los Creed, Jud Crandall (John Lithgow), lleva a Louis a un terreno pantanoso que esta más allá del Cementerio de Mascotas para enterrar al gato, pero es ahí, en ese suelo maldito, donde algo acecha en las sombras y los muertos no permanecen debajo de la tierra por mucho tiempo.
Lo bueno
La actuación de Amy Seimetz es la joya de esta película, su personaje es el que tiene mayor conflicto emocional por los aterradores problemas en su pasado y ella transmite es horror a los espectadores.
John Lithgow también brilla por la forma en que pasa de ser siniestro a una buena persona y viceversa en cuestión de momentos, dandole mayor profundidad a las acciones que el toma.
Los directores, Kavin Kölsch y Dennis Widmyer, tuvieron en valor para tomarse libertades con la adaptación creando nuevos e inesperados caminos en la conclusión.
Lo malo
Si conoces el libro en el cual esta basada la cinta o viste la adaptación de 1989, tendrás tu desacuerdo con la dirección que tomaron para esta cinta. Los sustos son generados por un sonidos muy fuertes y repentinos, ya que en su mayoría son “jump scares” y las partes que desarrollan suspenso durante el primer acto no son lo suficientemente aterradoras, generando una tensión casi nula que culmina en darte cuenta de donde saldrá el siguiente susto y siendo muy predecible.
A los personajes les falta un poco más de desarrollo, sobre todo la relación entre Jud y Ellie, ya que la justificación de Jud para llevar a Louis al cementerio maldito es el amor por la niña, pero se siente como si a penas la conociera.
Veredicto
Lo que realmente salva la cinta son las actuaciones, cuando los personajes empiezan a sufrir por la perdida de Ellie (no es spoiler, esto se ve en el trailer) y pasan por las etapas de duelo, te transmiten la desesperación que ellos sienten cuando tienen que sufrir por lo peor que les podría pasar.
Es un film entretenido que no tiene problemas con usar un poco de humor negro, para relajarte un poco y así volverte a poner tenso para la siguiente escena, lo pondremos a por encima de la media tabla con un 6 de 10. La nueva adaptación llega a los cines el 5 de abril.
Baloncesto, humor e inclusión ¿Fórmula ganadora? Acá te lo contamos.
No es mi intención desatar una ola de demandas, sino más bien dar un contexto que (acepto) puede resultar algo espinoso. El maestro y escritor Ron Jones dirigió un equipo de baloncesto integrado por jóvenes con distintas discapacidades mentales, eventualmente sus memorias quedaron registradas en el libro “B-ball : the team that never lost a game” (1991), el mismo año la historia sería llevada a la pantalla chica gracias a la cadena NBC bajo el titulo “One Special Victory”, cambiando un poco los antecedentes del personaje principal para que tuviera un arco argumental más interesante.
A pesar de la enormes similitudes, el director Javier Fesser lanzó en 2018 la película “Campeones”, sosteniendo que su película está basada en otro equipo real de nombre “Aderes” en Valencia, hasta el momento se le ha hecho un remake en Arabia Saudita (2021), otro más en Alemania (2022), siendo esta entrega el tercer remake acreditado a Javier Fesser y David Marqués su coguionista. Una historia que además suena tremendamente familiar, ya que se fundamente en la clásica historia del equipo “perdedor” y la redención de su entrenador que hemos visto ya en otras ocasiones (y en varios deportes), así que ¿Vale la pena invertir su tiempo y dinero entre las opciones de fin de semana? Sigue leyendo para averiguarlo.
¿DE QUÉ TRATA “LOS CAMPEONES”
La historia nos presenta al entrenador Marcus (Woody Harrelson) quien debido a su mal carácter y temperamento ha sido relegado a ligas menores, después de un altercado con su entrenador en jefe sale a calmar sus penas con algo de alcohol, lo que provoca que choque una patrulla y sea condenado a algunos meses de cárcel que intercambia por trabajo comunitario, esta labor consistirá en hacerse cargo de un equipo de jóvenes con diversas capacidades intelectuales que serán todo un reto para el carácter de Marcus, pero también le recordarán el valor e importancia del liderazgo y trabajo en equipo.
LO BUENO
Se nota que la película no tiene otra intención que hacer pasar un rato ameno a los espectadores, por lo que reúne las dosis necesarias de humor, comedia física y de situación, así como su pequeños momentos de drama para pasar un rato medianamente entretenido.
El reparto hace un buen trabajo, si bien es evidente que la estrella del “juego” es Woody Harrelson, todos los personajes tienen su momento de brillar en la pantalla, cabe resaltar además que muchos de ellos actúan por primera vez y que la decisión de integrar actores con capacidades distintas fue acertada, ya que le otorga mucho realismo y corazón a las escenas.
Aunque no resulta del todo bien, se agradece que la película intente salirse de los lugares comunes, evitando algunos clichés (otros son inevitables) que lejos de ser sorprendentes giros de tuerca intentan, más bien, salirse de la misma historia que hemos visto en numerosas ocasiones.
LO MALO
Como dije anteriormente, la película trata de esquivar ciertos clichés, pero en esta búsqueda de algo “diferente” debilita mucho la historia, al no darle un arco progresivo a Marcus (por ejemplo) cuyo “cambio” fue casi inmediato, evitando también ciertos estereotipos que podrían ser dañinos para los personajes debido a su situación, pero que a la vez les impide ser más atractivos de manera narrativa y diversas decisiones que se notaban bien intencionadas pero que no se suplieron de la mejor manera para darle un mejor acabado a la historia, que se sostiene demasiado en el carisma de sus personajes.
La película (como muchas del género y estilo) se ayuda del uso de montajes para adelantar la historia, pero usan el recurso en exceso, lo cual le da un falso sentido del ritmo a una historia que dura demasiado (poquito más de dos horas), teniendo en cuenta que tiene en su manos una propuesta demasiado simple y a la que sin problema le sobra una media hora.
El tono de la película es dispar, por un lado hay escenas que tienen un humor cuasi infantil y de pastelazo, se siente como una película para niños estilo Disney, por otro lado hace uso de un humor adulto y de contenido sexual, no parece inclinarse por ninguno y ambos tonos chocan entre sí, a esto tendríamos que agregar que la presentación que le otorga el director Bobby Farrelly a su humor parece sacado directamente de su “Loco por Mary”, como si Farrelly se hubiera quedado suspendido en el tiempo en 1998 y la siguiente entrega de ese humor irrespetuoso y perteneciente a otra época fuera esta película, moderado además por un momento en el que ser políticamente correcto es “lo que debe ser”. A lo que voy es, que el viejo humor de Farrelly y su propuesta de conciencia social no hacen buena pareja, ojalá se hubieran decidido por uno u otro, aunque me declaro ignorante acerca de si este tipo de detalles provienen desde el guion “original”.
En la persecución de otorgarle a la película (supongo) cierto realismo, el equipo dejó de lado la emoción del juego, y de nuevo, tratando de esquivar ciertos clichés, nos presentan encuentros poco emocionantes en su nivel de acción, mucho más recargados en el nivel emocional y sentimental de los protagonistas, es más emocionante el discurso en vestidores que el juego en sí, lo cual está bien si ese era el objetivo, pero insisto en que es la dicotomía de tonos, humor y acciones lo que no lo deja del todo claro.
VEREDICTO
Me parece que la película es cumplidora, hasta cierto punto, de continuar con la intención “feel good movie” de su antecesora, que a pesar de sus evidentes fallas tampoco es que hagan del visionado una experiencia amarga sino por el contrario deja bastante claro su mensaje de inclusión, superación, positivismo y cambio, por lo que si están en busca de algo con qué entretenerse este fin de semana (y no tienen otra mejor opción), quizá “Los Campeones” sea una buen pretexto para engullir sus palomitas y salir satisfechos de la sala de cine.
Me parece muy valioso que historias desde el punto de vista de personas distintas tengan visibilidad, además de la oportunidad de ser ellos mismos quienes ocupen estos puestos a los que pocas veces tienen acceso (de manera decorosa al menos), quizá solo deba insistir en que una pulida al guion no haría nada mal, como en cualquier otro tipo de película la intención no lo es todo y aunque Woody Harrelson y el resto del reparto hicieron puntualmente lo que se les indicó (y se nota), no es suficiente como para justificar el éxito español que le precede. Sin embargo no me queda más que invitarlo a que acuda al cine para que se una a la conversación, ya que “Los Campeones” forma parte de la cartelera a partir de hoy 13 de abril y descubra si la película cuenta con el corazón suficiente como para ganarse la taquilla del fin de semana.
Russell Crowe interpreta al padre Gabrielle Amorth, jefe de exorcistas del Vaticano ¿Buen pretexto para una película de horror? Acá te contamos en nuestra reseña sin spoilers.
El padre Gabrielle Amorth fue nombrado exorcista jefe de la Diócesis de Roma en 1986, así que el título de “El exorcista del papa” no solo es llamativo sino hasta cierto punto verídico, se dice que tuvo más de cien mil encuentros con el maligno y uno de ellos es retratado en esta nueva película basada (supuestamente) en los archivos del propio Amorth.
Yo sé que la idea suena más que atractiva, pero vengo a romperles un poco la falsa idea que propone el tráiler, que si les llama la atención la película recomiendo no verlo, ya que el horror de su temática y presentación inicial no son lo que parecen y creo conveniente ponerlos sobre aviso respecto algunos detalles que quizá hagan más disfrutable su experiencia. Sigue leyendo para enterarte cuáles son.
¿DE QUÉ TRATA “EL EXORCISTA DEL PAPA”?
Una familia estadounidense se ha mudado a España después del reciente fallecimiento del padre para reclamar una antigua abadía (herencia familiar), la intención de Julia (Alex Essoe) es arreglar lo más que se pueda la antigua construcción para poder regresar a su país natal, mientras que sus hijos Amy (Laurel Marsden) y Henry (Peter DeSouza-Feighoney) están en completo desacuerdo y rebeldía ante el viaje, Henry por su parte lleva un año sin hablar desde que fue testigo de la muerte de su padre en un accidente automovilístico mientras viajaba con el. La abadía esconde más secretos que simple polvo y grietas, es la curiosidad de Henry la que lo lleva a los niveles inferiores y a partir de ahí parece desarrollar los claros signos de una posesión.
El caso parece ser de alta sensibilidad para el Vaticano debido al lugar en el que la posesión ocurre, así que el mismo Papa (Franco Nero) envía a su exorcista de mayor confianza, el padre Gabrielle Amorth (Russel Crowe) para verificar la posesión y solucionarla en caso de ser necesario. Es a la llegada de Amorth que inmediatamente siente la presencia de un espíritu maligno y poco a poco irá descubriendo que no es la primera vez que la iglesia se enfrenta con este poderoso demonio, por lo que las probabilidades de supervivencia son pocas.
LO BUENO
El sonido, elemento indispensable para una buena película de horror es efectivo y sin duda es lo primero que aparece y por lo tanto lo primero también en mencionarse, culpable de todos los momentos de tensión y gran apoyo en los jumpscares en un producto que tiene los elementos clásicos de una película de posesión.
Al diseño sonoro se le agregan las bondades de los departamentos de efectos especiales, escenografía y por último maquillaje (ya que no es del todo perfecto, sobre todo al final), que gracias a las cumplidoras actuaciones del reparto, hacen que los momentos de tensión sean varios y hasta cierto punto creíbles y propositivos a la hora de contar una historia que ha sido llevada incontables veces a la pantalla grande.
A pesar de que no funciona del todo bien, se agradece la intención de ofrecerle al público algo diferente en cuanto a su narrativa, con un Russell Crowe que deja en claro sus habilidades histriónicas, pero el guion palidece precisamente ante estos “distintos” momentos de humor (voluntario o involuntario) que comienza con el personaje algo juguetón y cínico del padre Amorth, pero llega a grados casi ridículos en otros episodios sobre los cuales se hablará más adelante.
Finalmente se aplaude la crítica a la iglesia misma, haciendo quizá referencia a la propia vida del Padre Amorth que no tenía pelos en la lengua al señalar algunas deficiencias de su “lugar de trabajo”, pero a la vez replica su infantil filosofía de echarle la culpa a Satanás y sus tentaciones como la causa del mal que aqueja no solo a la iglesia sino al mundo entero, infiriendo que fue a través de posesiones a lo largo de la historia que el mundo ha sido azotado por la desgracia, en el caso de la película: La creación de La Santa Inquisición.
LO MALO
La película comienza muy bien, sumando uno a uno los elementos clásicos del horror, que fuera del extraño (inicialmente al menos) acento “italiano” de Russell Crowe, tiene una presentación bastante seria con respecto al género, sin embargo es también muy pronto dentro de la película que comienzan a aparecer pequeñas señales (muy descaradas a partir de la mitad) de que esta no es precisamente una película 100% recargada en el horror. Lo cual es una espada de doble filo y puede funcionar de maneras muy distintas, decidí colocar esta característica dentro de lo malo porque no tengo la menor duda de que los fanáticos del género, de las posesiones y exorcismos, así como los que irán a ver la película atraídos por su engañoso tráiler saldrán algo decepcionados.
Pero entiendo también que la película tiene todo la propuesta de los personajes de actualidad, anti héroes que se permiten salir del rígido estereotipo de su personaje para brindar momentos más relajados y en este caso le tocó a Russell Crowe ser el “padre cool”, el tío que aún busca llevarse bien con la chaviza, lo cual quizá no tendría nada de malo de no ser porque es muy posible que Gabrielle Amorth esté dando de volteretas en su tumba dentro de la Iglesia de Santa María, Reina de los Apóstoles en Italia.
Estos constantes momentos de humor desbaratan los (varios) ambientes de miedo para convertirse lentamente en el inicio de una saga de superhéroes, más cercana a un “Constantine” (2005) con sobrepeso o “Los Cazafantasmas” (1984), que a la legendaria “El Exorcista” (1973). Quizá si esta película se hubiera lazado en los ochentas con Bill Murray como protagonista hubiera sido tremendo éxito de taquilla, pero que hoy en día me guardo mis reservas frente aun público tan celoso como es el amante del terror/horror.
Tanto el sonido como el maquillaje, alabado en párrafos anteriores, van bajando su nivel conforme la narrativa se vuelve también mas ridícula y dudo que haya sido su intención que la voz (y ciertos diálogos) del demonio resultaran cómicos en la cara de un niño, rostro que comienza bastante bien maquillado pero que al final los prostéticos impiden que el pequeño actor tenga la mínima expresión actoral, para convertirse en un mini Frankenstein que no le dará miedo a nadie.
VEREDICTO
Como ya comenté anteriormente, esta no es la primera ni última vez que un exorcismo es pretexto para una película de horror, dentro de estos numerosos ejemplos hay algunos mejores que otros, pero “El exorcista del papa” si que es la primera en llevar la figura del Padre Amorth al terreno de la ficción, y las libertades creativas van más allá de la exageración del suceso con efectos especiales, decisiones que van a polarizar al público con respecto a su recepción, pero que tiene una pequeñísima área de oportunidad entre los espectadores que acudan a la película sin esperar otra cosa más que vacío entretenimiento dentro de su hora cuarenta de duración.
En lo personal (y mal guiado por el tráiler) para mí fue demasiado tarde entender que estaba frente a un híbrido de géneros, por lo que con reservas claras para evitar spoilers, he intentado salvaguardar y advertir un poco a los que hayan leído hasta el final, para que su experiencia sea menos amarga. Sobre todo porque ambos tonos dentro de la narrativa se estorban entre sí, el humor opaca el ambiente tétrico y viceversa, la película hábilmente se parte en tres narrativas paralelas para darle mayor ritmo a una historia que apenas si se sostiene por sí misma.
Se agradece la intención, el experimento, la ligera crítica religiosa, el recargarse en eventos y personajes históricos, pero este amontonamiento de ideas y propuestas puede que no resulten en algo positivo para todo tipo de público. Sin embargo no me queda más que invitarlos (y ya sobre aviso) a que sean ustedes quienes juzguen mejor el reciente trabajo del legendario “Máximo Décimo Meridio”, y acudan a las salas a partir de este 5 de abril (aprovechando que son días santos) para ver una batalla más entre el bien y el mal y decidan de qué lado están.
Hoy en día todos pueden jugar TETRIS, pero la aventura de un hombre para que esto fuera posible, es digna de una película. ¿Qué tal está la nueva producción original de Apple TV? Acá te lo contamos.
Cuando pensamos en videojuegos, ya no podemos separar las intrincadas narrativas, los asombrosos gráficos, las constantes y distintas emociones al movernos por paisajes (a veces) salidos de nuestros más locos sueños, pero a finales de 1980 las cosas eran muy distintas y en muchos sentidos la industria era apenas un joven en crecimiento (que ya había enfrentado sus propias crisis), las llamadas “arcades” ya eran un éxito, pero la batalla de las consolas caseras se encontraba en un punto crucial, un juego tan simple en sus reglas, como eficaz en su jugabilidad, sería la herramienta perfecta para distanciar el éxito entre una consola y otra, TETRIS era ese juego y cualquiera interesado en los videojuegos podía verlo, pero solo un hombre podía lograrlo.
Un pequeño inconveniente alejaba a cualquiera del éxito: el juego (ahora por todos conocido) tuvo su origen en Moscú y traer los derechos de una propiedad bajo las reglas del comunismo no era tarea fácil, por lo que la película plantea la enorme aventura (y desventuras) que tuvieron que atravesar todos los involucrados para lograr lo imposible. ¿Vale la pena ver este relato en pantalla? Sigue leyendo y te respondemos con detalle.
¿DE QUÉ TRATA “TETRIS”?
La historia nos presenta primero a Henk Rogers (Taron Egerton), un desarrollador de videojuegos que mientras se encuentra en una convención en Las Vegas tratando de vender su propio juego, se encuentra de manera fortuita con “TETRIS”, el primer paso será convencer al banco de que le preste dinero para poder comprar los derechos y así comenzar a distribuirlo, pero esa es apenas la punta del iceberg con el que tendrá que enfrentarse, ya que las negociaciones con Moscú no son del todo claras, Robert Stein (Toby Jones) es el primero en quererse beneficiar de este juego y se irán agregando cada vez más personajes históricos, como el magnate de los videojuegos Robert Maxwell (Roger Allam) y su hijo Kevin (Anthony Boyle) que también tienen la mira puesta sobre el juego y se convierten en los principales rivales comerciales en el objetivo de Henk.
La historia nos lleva desde Las Vegas a Tokyo, pasando por la sede de Nintendo en Seattle, para tener sus momentos más tensos en Rusia, en donde las negociaciones por el videojuego se convierten rápidamente en un juego de espías y decisiones gubernamentales que hacen de la película todo un disfrute.
LO BUENO
La propuesta visual de la película se apoya en momentos con “imágenes de 8 bits” y hasta una narrativa de videojuego que comienza con la elección de personaje y la división de la historia en “niveles”, un guiño muy importante y lleno de nostalgia para cualquier gamer, pero atractivo para aquellos que no hayan tocado una consola en su vida.
El guion, que de acuerdo a los productores Henk Rogers y Alexey Pajitnov (creador del juego) es muy cercano a lo que ocurrió en la realidad, tiene la habilidad de convertir una historia hasta cierto punto “simple” en algo más cercano al género de espías y suspenso gracias al traslado de la narrativa a la fría Unión Soviética, lugar en el que cada uno de los movimientos del personaje principal es estudiado minuciosamente, no solamente por lo que intenta, sino porque como occidental capitalista es casi enemigo público número uno. Es justo también destacar que se mantiene el suspenso y tensión hasta el final, los momentos más ligeros o de humor son acertados y contados, como para evitar restarle seriedad y peligro a la aventura, sin librarse de alguno que otro cliché que ya se tocará en su momento.
La elección del soundtrack es muy buena, con canciones muy conocidas en la cultura popular (sobre todo de la época) pero reversionadas en ruso para algunos momentos clave, todo esto en apoyo de la fluidez de la historia sin que se sientan forzados.
El reparto en general hace un buen trabajo (no excepcional para ser honestos), sobresaliendo un poco Taron Egerton quien carga gran parte de los momentos dramáticos y Toby Jones en los breves momentos en los que participa, muy superior la entrega del reparto “ruso” en comparación con el resto, pero insisto en que es un departamento que sale a flote y cumple su cometido.
LO MALO
El guion no puede escapar de ciertas convenciones en favor del personaje principal, lo cual ayuda a que la narrativa no se detenga, pero que como espectadores tenemos que pasar por alto.
La película propone un subtexto que, como en los mejores tiempos del cine estadounidense en plena guerra fría, hace un duro señalamiento sobre las prácticas políticas y sociales de la Unión Soviética vapuleada por “Rocky IV” (1985), exaltando siempre el “sueño norteamericano” y por lo tanto rebajando algunos de sus momentos más dramáticos con algo de patriotismo y agradecimiento al capitalismo. No es este el lugar para filosofar sobre los beneficios o perjuicios de uno u otro pensamiento político/social, solamente me concreto a lo que, dentro de su narrativa, propone la película.
Los prostéticos aplicados al actor Roger Allam no son los mejores que se han visto en la historia del cine, cumplen su función, no distraen (mucho) de la historia, pero es mi deber señalarlo.
VEREDICTO
Para mí fue una enorme y grata sorpresa ver todo lo que Henk Rogers tuvo que pasar con tal de traer al resto del mundo un juego sin fecha de caducidad (y por qué no decirlo, llevarse en el proceso millones de dólares), en este sentido el director Jon S. Baird (“Filth”, “El Gordo y El Flaco”) lo hace de muy buena manera, sin dejar de lado los easter eggs que harán gritar de emoción a los más familiarizados con el tema, pero con la habilidad suficiente para ser entretenida de manera universal (así como el juego del que trata), y que tiene además la bondad de desbloquear uno que otro recuerdo con respecto al público de más edad, cuya niñez haya transcurrido en el periodo que atraviesa la historia.
Con una buena manufactura en su aspecto técnico, no tengo miedo de señalar que los puntos más altos se alcanzan gracias a su propuesta visual. “TETRIS” es una historia que tiene emoción, suspenso, dosis de drama y mucha tensión, en una negociación que nos incluye como testigos silenciosos dentro de una dura y cambiante Unión Soviética en pleno declive de Mijaíl Gorbachov.
Esta nueva entrega llegará hasta ustedes como parte de los próximos “Apple Original´s” que la plataforma lanzará, y será a partir del 31 de marzo cuando podrán verla desde la comodidad de su casa o pantalla de preferencia y que como quedó claro en párrafos anteriores, recomiendo que le den una oportunidad, ya que estoy seguro que los hará pasar un momento agradable, pero sobre todo para que sean ustedes mismos quienes juzguen la calidad por la que está apostando Apple Tv en esta cruenta batalla del streaming.