San Valentín se acerca peligrosamente y no todos estamos en el mood para empalagarnos con romanticismo, así que solo o acompañado, estos títulos serán el previo (o cierre) perfecto para ese día.
No importa si celebrarás en pareja o aplicarás el “forever alone”, estas recomendaciones prometen un buen rato de sólido entretenimiento o hasta momentos de grandes preguntas filosóficas, con la única característica en común de utilizar el romance como mero pretexto para entregar su mensaje.
HAROLD Y MAUDE (1971)
Harold (Bud Cort) es un joven millonario que tiene una obsesión mórbida que hace que disfrute representar su muerte una y otra vez, es fanático también de asistir a funerales y entierros, en una de esas curiosas escapadas conoce a Maude (Ruth Gordon), una extrovertida mujer con unos ánimos impresionantes por beberse la vida sin derramar una sola gota, ésta inyección de vitalidad termina por enamorar a Harold y rápidamente forman una pareja feliz, solo hay una pequeño problema, Maude está a punto de cumplir 80 años.
El director Hal Ashby nos regala muchas imágenes memorables, con un guion que no se queda en el mero romanticismo o amor platónico sino que lo trasciende al propio sentido de goce de la vida misma, si a eso le agregamos además canciones originales compuestas por Cat Stevens, es un combo ganador perfecto.
ASFIXIA (2008)
El hecho de que la película esté basada en una novela del mismo autor de “Fight Club” (otra gran película de “amor”) debería bastar, pero si no, aquí les va de qué trata: Victor Mancini (Sam Rockwell) es un adicto al sexo y estafador que finge ahogarse para ser rescatado por desconocidos, tiene una madre que se encuentra internada debido a que la demencia la está degradando poco a poco, Victor conoce entonces a Paige Marshall (Kelly Macdonald) la doctora que atiende a su madre y comienza a enamorarse de ella. Hasta aquí todo normal, excepto quizá porque es posible que Victor sea producto de los genes del mismísimo Jesucristo, lo que quiere decir que traerá consigo la tan esperada “segunda venida”.
Dirigida por Clark Gregg (quien se encargó también de adaptar el guion) tiene momentos hilarantes, un humor muy negro y un buen personaje interpretado de manera excelente por Sam Rockwell, en un historia anarquista y bizarra con su dosificada dosis de amor.
TARDE DE PERROS (1975)
El 22 de Agosto de 1972, Sonny (Al Pacino) junto a otros cómplices decidió robar un banco, lo que desencadenó en una toma de rehenes que duró 14 horas y que se volvió en una locura mediática, 6 nominaciones al Oscar y una estatuilla a “Mejor guion original”, en realidad poco hay que agregar a este drama adelantado a su tiempo que está además basado en una historia verídica.
¿Por qué llega a esta lista? La razón del robo, y es que Sonny buscaba obtener el suficiente dinero para pagar la operación de cambio de sexo de su pareja, si eso no es amor, no sé lo que es.
CORRE LOLA CORRE (1998)
Continuando con las locuras que uno hace en nombre del amor, llega este gran ejemplo de manufactura alemana, trepidante de inicio a fin. Lola (Franka Potente) recibe una llamada de auxilio de su novio Manni (Moritz Bleibtreu) quien está a punto de asaltar un supermercado para recuperar dinero que perdió en el camino y tenía que entregar a la mafia, Lola tendrá entonces solo el tiempo exacto para juntar el dinero antes de que la situación empeore.
Acción constante con una gran edición que no da respiro alguno, en una historia que además explora el poder del libre albedrío y la “causa-efecto”, impulsada por los esfuerzos que Lola hace para poder rescatar a su novio.
EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN (1992)
Latinoamérica no podría quedarse fuera y elegí quizá la más cursi de la lista pero sin llegar a excesos románticos, cursi en el sentido de que el lenguaje, o mejor expresado, el diálogo que rodea la película son transcripciones casi literales de poemas de Oliverio Girondo, Mario Benedetti y Juan Gelman.
Oliverio (Darío Grandinetti) es un poeta nómada divorciado que ya no cree en el amor, por lo que se ha vuelto un mujeriego incansable en busca de “la mujer que vuela”, hasta que conoce a Ana (Sandra Ballesteros), una prostituta que trabaja en un bar de Uruguay quien podría ser su alma gemela. Oliverio entra entonces en un conflicto que le hace repensar todo lo que creía, con la esperanza de por fin recuperar la idea del amor ideal.
Sin duda una película cuya temática rosada es oscurecida por el amor imposible, pero aderezada por lo que podría llamarse “realismo mágico” visual que cobija un drama perfecto para cuestionar nuestra propia relación con ese ente inexplicable que llamamos amor.
Como podrán darse cuenta, la lista está pensada para que todo mundo disfrute cualquiera de los títulos, ninguna es la típica película romántica que verán en cualquier otro lado y sin embargo todas se mueven gracias a que cupido hizo de las suyas en alguno, o ambos personajes. Escoja y disfrute en pareja o pida un litro de helado y disfrute solo, los títulos tienen el potencial de hacerle pasar un buen rato en ambos casos.