Es momento de meternos una vez más en el papel de un cazador de monstruos y salir a defender una lejana tierra de fantasía. ¿Qué tal está Wild Hearts? Aquí te lo contamos.
Sí, ya sabemos que es imposible hablar de Wild Hearts sin mencionar a la saga Monster Hunter, que por años se ha colocado en la cima del género de cazadores de monstruos. Pero parece que al fin ha llegado un digno rival.
Wild Hearts ha sido desarrollado por Omega Force, uno de los equipos de Koei Tecmo y publicado por Electronic Arts.
La premisa es bastante sencilla: Hay que cazar monstruos enormes en solitario o en equipo para conseguir recursos.

Lo bueno
El universo de Wild Hearts está ubicado en lo que parece ser un Japón Feudal con toques de fantasía, donde además de la gran variedad de monstruos gigantes, también encontraremos especies más pequeñas y algunos elementos del folklore clásico de la región, música con instrumentos de viento o coloridos elementos de leyendas. Todo muy a doc para hacernos entrar en el ambiente lleno de misticismo que Wild Hearts quiere transmitir.
A primera vista podemos notar el descarado tajo de inspiración que el equipo de Omega Force tomó de la más popular franquicia de cazadores de monstruos para desarrollar Wild Hearts, pero aún así se las ingeniaron para hacer que el título se sienta como algo fresco.

El sistema de gameplay es justamente lo que esperabas si estás familiarizado con este tipo de juegos.
Al iniciar, tendrás que pasar un breve tutorial donde te enseñan lo básico del combate, como correr, escalar, acechar a los Kemonos (las bestias de este universo), esquivar y controlar el ángulo de la cámara.
Como ya es costumbre, podrás personalizar a tu personaje como quieras. Desde su estatura, anchura corporal, si es masculino o femenino, color de ojo, cabello, vello facial y los ya acostumbrados tatuajes.
Una vez que comprendes los conceptos básicos toca entrar de lleno a la cacería. Como te imaginarás, hay que rastrear a los Kemonos en los diferentes escenarios, con paisajes llenos de flora y fauna salidas directamente de una historia de cuentos de hadas.
Para hacerle frente a las enormes criaturas de Wild Hearts podremos dominar varios tipos de armas diferentes, que van desde espadas cortas, catanas o incluso una especie de paraguas que sirve de forma ofensiva y defensiva, dando mucha más versatilidad en los combates. Además, conforme eliminemos a los Kemonos y consigamos recursos en el ambiente, podremos crear mejores armaduras y agregar mejoras a nuestras armas.

Pero la verdadera innovación llega con los Karakuri, herramientas que te permiten construir diferentes estructuras dentro y fuera del combate.
En el combate puedes usarlos para crear cubos de madera para modificar el ambiente, zonas de apoyo o combinar varios elementos del mismo tipo para crear estructuras más complejas. Por ejemplo, si apilas 3 cubos de madera puedes crear un muro que sirve para bloquear las embestidas de los monstruos y aturdirlos momentáneamente. O si apilas una torre de trampolines puedes crear una especie de martillo que golpea a los Kemonos y los desorienta si logras alcanzarlos.
Estos artefactos Karakuri no solo se limitan al uso en medio de las misiones, pueden ser usados fuera del combate para crear estructuras de apoyo en la exploración, cosas como bases de vigilancia, zonas de respawn o hasta tirolesas para moverse más rápido entre zonas.
Sin duda estos Karakuri son el elemento diferenciador es justo lo que hará que muchos fanáticos de los juegos de cacería le den una oportunidad a Wild Hearts.

Lo Malo
Si bien Wild Hearts tiene una propuesta interesante para diferenciarse de la competencia, sufre de unas fallas bastante simples pero que pueden arruinar la experiencia de juego.
La posición de los objetos en grupo afecta la construcción de estructuras más grandes, así que si por algún leve desnivel o alguna otra razón las estructuras básicas se mueven mientras las apilas para crear una más compleja, esto causará que no completes la construcción y solo gastes materiales, que si bien en combate es muy común equivocarse por la simple razón de entrar en pánico, al momento de explorar es menos recurrente.
Pero el mayor de los problemas con Wild Hearts es algo que se hereda de todos los juegos de este tipo: el movimiento de cámara.
Debido a la naturaleza frenética del gameplay al enfrentar criaturas de gran tamaño que se mueven ágilmente alrededor del mapa es muy fácil perderse en este vaivén de ataques, lo que ocasiona que muchas veces el ángulo de la cámara quede en posiciones poco favorables para continuar con los combates, pero si eres un jugador veterano en el género, sabrás contrarrestarlo aprendiendo el timing de tus movimientos y los del monstruo que estás enfrentando, lo que puede complicarse para los jugadores menos experimentados.
En conclusión
Wild Hearts es un juego que toma lo mejor de la competencia y lo complementa con mecánicas nuevas para darle un aire innovador al ya clásico género de cazar monstruos gigantes. Con un sistema lo suficientemente complejo pero a la vez entretenido para avanzar en el árbol de habilidades y una dirección de arte bastante llamativa, Wild Hearts es una aventura que no te vas a querer perder sobre todo si tienes oportunidad de jugarlo con amigos, ya que al contar con la posibilidad de jugar en línea en equipos de 3, las cacerías se vuelven más interesantes y mucho más entretenidas.
Recuerda que Wild Hearts ya está disponible en consolas PlayStation 5, Xbox Series X y PC.