La historia del oso más polvoso llega a la pantalla grande y acá le dedicamos unas líneas para contarte si vale la pena o no.
Se dice que corría el año de 1985 cuando un cargamento de cocaína cayó encima de los bosques de Chattahoochee (Georgia,) un oso tuvo la mala pata de encontrar parte del cargamento, para después ser encontrado muerto a causa de sobredosis, el cadáver fue disecado y bautizado como “Pablo Escobear” y así comenzar un viaje por distintos lugares como atracción y objeto de culto.
La directora Elizabeth Banks (“Los ángeles de Charlie”, “Pitch Perfect 2”), decide retomar la tragedia del mamífero y darle un giro de comedia (con ligeros toques de terror) que intentará hacerles pasar un rato de absurda diversión, mientras seguimos las aventuras del vicioso animal y su inmediata adicción por el polvo blanco.

¿DE QUÉ TRATA “OSO INTOXICADO”?
La historia retoma el inicio del evento real, en el que un traficante suelta un cargamento enorme sobre una reserva natural, hasta aquí todo es efectivamente “basado en hechos reales” como presume el póster, sin embargo se añaden nuevos elementos y personajes, como la pre adolescente Dee Dee (Brooklynn Prince) quien junto a su amigo Henry (Christian Convery) deciden irse de pinta a las cascadas de la reserva, es por ello que su madre Sari (Keri Russell) va en su búsqueda, sin saber que un oso altamente intoxicado y con mucha sed en la nariz está aterrorizando el bosque con su extraño y violento comportamiento.
Como si eso fuera poco, un buscado narcotraficante llamado Syd (Ray Liotta en su último papel en pantalla grande), manda a su hijo Eddie (Alden Ehrenreich) y a su mandadero Daveed (O´shea Jackson) a recuperar lo más que se pueda del cargamento a costa de lo que sea. Todos estos elementos, junto a la alerta policial son apenas el comienzo de esta absurda e hilarante película.

LO BUENO
La película se encarga muy rápidamente de marcar el tono de la historia, con un trepidante comienzo con humor de pastelazo, seguido por una referencia de Wikipedia, si esto no es suficiente para que pierda la esperanza de recibir una historia “seria”, nada lo hará. En este sentido, el guion cuenta con varias situaciones de humor, que aunque subjetivo, a mí me resultó disfrutable y puedo asegurar que las risas no van a faltar.
La temática de la película llevó a muchos a pensar que esto podría resultar en una alocada historia de terror, y no es así, sin embargo, considero pertinente señalar que tiene momentos muy típicos del género, a lo que además se le añaden varias escenas bastante gráficas que están en los límites de su clasificación “B15”, un coqueteo con el gore que combinado con el espíritu de comedia, resulta un experimento extraño pero agradable.
A pesar de que una premisa ridícula podría no necesitarlo, los efectos especiales hacen un muy buen trabajo y la mayor parte del tiempo la amenaza del mamífero se siente muy real (no perfecta, pero más que cumplidora), admirables también ciertos episodios en los que Elizabeth Banks nos regala momentos muy cinematográficos, para lo que uno podría esperar al menos, agrega cierto suspenso, juega con el diseño sonoro y para rematar, la construcción de personajes, si bien es poca, es más que suficiente para que nos importe lo que les depara el destino.
El ritmo de la película es clave como para que no abandonemos una historia que raya en el absurdo, por lo que constantemente pasa algo en pantalla que mantiene nuestra atención y solo flaquea en algunos momentos más ligeros para que bajemos la guardia y las escenas de acción o que involucran sangre funcionen mejor.

LO MALO
La probabilidad de que el humor que maneja la historia sea universal es bastante baja, de igual manera los toques de gore, que para mí entran en lo destacable, también pueden molestar a ciertas personas, sin embargo creo que si se está consciente de que lo que van a ver es un oso bajo los efectos de una droga, es lo que van a recibir (y nada más).
Sostener durante hora y media una propuesta tan simple no es tarea fácil, así que el equipo se ayuda de una serie de personajes cuyas propias historias y problemas giran alrededor del peludo (y drogado) acontecimiento, por lo que no todos los arcos argumentales llegan a un cierre sólido, aunque para algunas personas (quizá), sería pedir demasiado a una película que solo intenta entretener y sacarnos una que otra risa.
Si bien el aspecto del oso es un acierto por parte del área de efectos especiales, hay otros momentos en los que no funciona tan bien lo que vemos en pantalla, escenas ambiciosas cuyo entorno es apenas creíble y la inclusión de dos pequeños elementos que no tienen el mejor acabado.
Aunque el experimento de combinar distintos géneros dentro de la misma historia resultó mejor de lo que se podría esperar, es correcto señalar que también funcionan en detrimento de la construcción del ambiente, el humor estorba un poco al terror, el suspenso no llega del todo debido al tono fársico y así constantemente durante toda la película.

VEREDICTO
Aunque algo lejos de ser perfecta, “Oso Intoxicado” tiene una presentación mucho más valiosa en comparación a otras locuras narrativas como “Sharknado” (2013 – 2018) o “Zombeavers” (2014), ya que decide tomarse en serio a pesar de que su trama la podría condenar a la “serie B”, por lo que toda la manufactura está muy por encima de lo que se podría esperar de una película que aborda las aventuras de un oso fanático de Maradona, es verdad que el guion necesita un apretón de tuercas y que la dirección de Elizabeth Banks (en su tercer largometraje) aún deja mucho que desear, pero es más que suficiente para pasar un buen rato en compañía de cualquier persona que esté buscando distraerse mientras consume sus palomitas, salvo las precauciones que menciono en párrafos anteriores.
Si su lectura llegó hasta acá, será premiado no solamente con el hecho de saber qué esperar (y qué no) de esta película que puede decepcionar a muchos por la alta expectativa de una temática que podría ser abordada de mil maneras diferentes, pero además agrego a su paciencia el conocimiento de que la película ofrece dos escenas mid credits para que no abandone la sala de manera inmediata si así lo desea. El “Oso Intoxicado” llega a las salas mexicanas este 16 de marzo como una opción más, para que acuda al cine a liberarse del estrés de la semana, de la manera más ridícula posible.