Suspenso con toques de humor millenial/centenial ¿Buena combinación? Entérate de la respuesta en nuestra reseña de “Desconectada”.
En el 2018 el guionista Sev Ohanian nos presentó la película “Buscando”, la cual exponía la falsedad de nuestra “vida” en redes sociales tras la desaparición de una joven, lo que llevaba al padre (interpretado por John Cho) a rastrear el paradero de su hija teniendo como única pista la computadora portátil que dejó atrás. La gran innovación de esta película fue la narrativa visual, ya que la historia nos es contada en su totalidad a través del punto de vista del aparato electrónico, lo suficientemente eficiente como para mostrar un desarrollo tenso, lleno de suspenso y de giros dramáticos.
El guionista intenta replicar su éxito, ahora apoyado de los directores Nicholas D. Johnson y Will Merrick (en su primer largometraje) para mostrarnos una especie de secuela espiritual que sucede en el mismo universo pero con una historia distinta, con lo que surge la primera pregunta ¿Es necesario ver “Buscando” para entender esta nueva propuesta? Sigue leyendo para enterarte de todos los detalles.

¿DE QUÉ TRATA “DESCONECTADA”?
Grace (Nia Long) y su hija June (Storm Reid) tratan de seguir con su vida después de la lamentable muerte del padre debido a una enfermedad terminal, varios años han pasado pero June no deja de extrañar a su papá quien ahora es un vago (e idealizado) recuerdo de su niñez, por su parte Grace pretende seguir con su vida y planea un viaje con su novio Kevin (Ken Leung) a Colombia, lo que le da a June el pretexto perfecto para enfiestar todo su fin de semana libre.
El problema se viene cuando la pareja de novios no regresa de Colombia como habían quedado, June llama al hotel en el que se hospedaron y ese es el primero de los pasos que irá desatando una serie de nuevos y sospechosos descubrimientos que no harán sino confundir tanto a June como al espectador en la búsqueda de una respuesta ante este elaborado misterio.

LO BUENO
La narrativa visual sigue el mismo camino que su predecesora “Buscando”, por lo que todo lo que vemos en pantalla será a través del punto de vista de diversos aparatos electrónicos, en este sentido, aunque algo tramposa, es bastante efectiva para mantener el suspenso una vez que aparece el conflicto, por lo que vale la pena destacar el ingenio para contar la historia sin salirse (casi) del formato preestablecido, haciendo uso de video llamadas, búsquedas en internet, mensajes y demás archivos en distintos formatos para develar de a poco las pistas que podrían resolver el caso.
Si bien en la película se hace mención a lo ocurrido en su antecesora, no es necesario haberla visto antes, si voy un paso más allá, diría yo que es incluso perjudicial conocer la película anterior, porque en comparación es mucho más tensa y mejor armada, pero abordaré ese punto más adelante.
El trabajo del reparto en general es de regular a bueno, el mejor sin duda es el de la joven Storm Reid, quien quizá tiene más exposición en pantalla, pero saca a flote su personaje adolescente despreocupado así como el cambio conforme la presión aumenta en la trama.
En su parte positiva, el guion es bastante ingenioso en su objetivo de atrapar al espectador y mantenerlo en la interrogante constante, es verdad que se ayuda de una que otra pista falsa para cumplir el objetivo pero quizá a lo anterior se le añade también la buena edición con la que los directores decidieron presentarnos su historia, lo que hace que todo el camino sea incluso “entretenido” mientras que el suspenso está siempre latente.
Aunque sobrepasada por la historia, la película alcanza a tocar temas de importancia como la falta de precaución que tenemos al alimentar día a día una base de datos tan grande como lo son las redes sociales, de manera bastante creíble, una jovencita con el mínimo de información puede acceder a muchos datos sensibles que nos hacen cuestionar la necesidad de ventilar nuestro día a día, así como replantearnos la seguridad de nuestras contraseñas. Además de lo manipulada que puede estar nuestra percepción respecto a ciertos temas gracias a la “libertad de opinión” con la que estamos siendo bombardeados por influencers, opinólogos y pseudoreporteros ante un hecho (en este caso) tan lamentable como lo es una desaparición.

LO MALO
El humor “tecnológico” o de tendencia en redes sociales es una constante, y aunque es muy subjetivo (a mí no me causó muchas gracia), es perjudicial en cuanto a que reduce la sensación de peligro, optando por un tono descaradamente cómico en su desarrollo en lugar del suspenso que propuso “Buscando” (2018), en este sentido creo que es una película más para los amantes de “entretenerse” y “pasar el rato” en el cine, que los amantes del suspenso.
Sin ahondar en mayores detalles, creo que el motivo de la amenaza no queda del todo resuelta o bien armada, las constantes pistas falsas y giros de tuerca abonan a que uno como espectador esté al borde de asiento sin saber por dónde llegará el primer golpe, sin embargo estas decisiones narrativas también van debilitando la trama base que es la que finalmente sostiene toda la historia.
El guion, ingenioso y hábil por un lado, falla en darle mejor estructura a sus giros de tuerca y además tiene que optar en diversas ocasiones por salirse un poco del formato o el hecho inexplicable de que la protagonista siempre esté proyectando su cámara frontal en pantalla (de manera muy conveniente).

VEREDICTO
Si estás buscando pasar un rato de entretenimiento mientras devoras palomitas, creo que “Desconectada” puede ser una buena opción, recomiendo que las expectativas respecto al suspenso sean más bien bajas y se centren en que estarán ante una narrativa más bien fluida y trepidante, muy ad hoc a las tendencias rápidas y sencillas, pero no por ello simplona, la película se toma lo suficientemente en serio como para que dentro de su comedia no olvide por completo el suspenso propuesto y llegue a una conclusión satisfactoria.
Dicho lo anterior, se puede agregar que es una buena adición a este nuevo subgénero conocido como “found internet footage”, que cubre sus fallas con un toque de frescura y fluidez que será más efectivo con el público joven o casual que el amante de tramas de misterio y suspenso, aunque es también bastante claro el mercado al cual está dirigido.
Es por todo lo anterior que recomiendo que acudan a su sala favorita a partir de este 23 de febrero a ver “Desconectada” y después editen toda la información de sus perfiles en redes sociales, para evitar futuros ataques de paranoia. Nos leemos en la próxima.